El Cairo. La Liga Árabe decidió pedir ayer al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte las medidas para imponer una zona de exclusión aérea en Libia y reconoció como interlocutor al máximo órgano de representación de los rebeldes libios.

Estas decisiones fueron dadas a conocer en El Cairo al término de la reunión extraordinaria que la organización panárabe convocó para tratar la situación de Libia, por el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, y el ministro de Exteriores omaní, Yusef bin Alawi bin Abdulá, cuyo país presidía el encuentro.

Antes de conocer el resultado de la reunión, una fuente diplomática árabe aseguró que la mayoría de los países de la Liga Árabe, con la excepción de Siria y Argelia, se mostraron partidarios de imponer la exclusión aérea.

"El trato con el Consejo Nacional Transitorio es un reconocimiento práctico de él", dijo en una rueda de prensa Musa, quien indicó que se van a comenzar los contactos con el mando rebelde.

Musa señaló que "la colaboración con el mando rebelde es para facilitar la protección y la ayuda humanitaria al pueblo libio dentro del marco que estipula la legalidad internacional".

Por otro lado, en cuanto a la imposición de la exclusión aérea, indicó que comunicarán "oficialmente la petición de la exclusión aérea al Consejo de Naciones Unidas y esto como una medida preventiva y no militar".

Así, en el comunicado final de la reunión se pidió de forma precisa al Consejo de Seguridad que "asuma su responsabilidad ante el deterioro de la situación en Libia y adopte las medidas suficientes para imponer inmediatamente una zona de exclusión a la aviación libia".

También se solicitó que se establecan "zonas seguras en los lugares expuestos a los bombardeos como medida preventiva que permita disponer de protección al pueblo libio y a los residentes extranjeros de diferentes nacionalidades".

Asimismo, Musa explicó que se han dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU porque es "el único órgano encargado de la seguridad mundial y de adoptar las medidas que estime convenientes dentro de la legalidad internacional".

También declaró que así como los países árabes aceptan esta medida, "también rechazamos cualquier intervención extranjera bajo cualquier pretexto y esta acción debe terminar cuando terminen las causas de la crisis".

Además, aseguró que la Liga Árabe espera que "Libia respete la eventual decisión del Consejo de Seguridad y no use las armas contra su pueblo" y reiteró el llamamiento de ayuda humanitaria a los estados miembros de la organización, a los países amigos y a las organizaciones internacionales para el pueblo libio.

Este pronunciamiento de la Liga Árabe era muy esperado por parte de la comunidad internacional, en especial, por la Unión Europea, que considera importante contar con el aval árabe para evitar que una operación militar sea considerada un intervencionismo occidental.