vitoria. La presunta trama de espionaje que habrían sufrido el Partido Nacionalista Vasco y el lehendakari Ibarretxe por orden del Centro Nacional de Inteligencia llega al Congreso de la mano de los representantes jeltzales, que no dudan en considerarlo un asunto de "extrema gravedad".

El director general de los servicios de inteligencia españoles, Félix Sanz Roldán, responderá el próximo martes en la comisión de control a instancias del portavoz del PNV en la Cámara baja española, Josu Erkoreka, quien registró el pasado mes de enero una solicitud en este sentido para que fuera el propio director general del CNI quien aclarara "la vigilancia ejercida sobre el PNV en general, y el lehendakari Ibarretxe en particular", que dio a conocer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

La noticia saltó el pasado 20 de enero, cuando esta redacción conoció el contenido del testimonio que realizó ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria un exfuncionario del Departamento de Interior del Gobierno Vasco en el marco del sumario que investiga el presunto caso de corrupción y espionaje político en Álava.

De presuntos espionajes, a presuntos espionajes, este ex funcionario del Gobierno Vasco, conocido como El Tarta por su ligera tartamudez, relató para sorpresa de propios y extraños cómo se había dedicado a recabar información para el CNI sobre las actividades del PNV, el Ejecutivo autonómico, y en especial, de quien entonces era lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Retirado ya en el otro extremo de la península, El Tarta confesó ante el juez por videoconferencia que había colaborado de una u otra forma con los servicios españoles de inteligencia "desde siempre" y que, desde dentro de la Administración vasca, les había hecho llegar información "esporádica y puntual" como agente doble sobre cuantos documentos del PNV y del Gobierno Vasco, o actividades del lehendakari, consideró interesantes para el CNI.

Una actividad que pudo llevar a cabo, según su propio testimonio, gracias a que "iba un poco de tontito" y, por eso, conseguía "colarse en todos los sitios" manejando información sin levantar sospechas. Según relató, su actividad se intensificó sobre todo a partir de la segunda mitad de los años 90, cuando Ibarretxe monopolizó el debate político en el Estado al liderar primero la presentación del nuevo Estatuto vasco que rechazó el Congreso, y después la Ley de Consultas que echaron abajo los tribunales. "Vuelve a casa, a la Casa", explicó que le había pedido entonces el máximo responsable del CESID -nombre con el que antes se conocía al actual CNI- para que estableciera esa línea caliente.

"depurar responsabilidades" Erkoreka, portavoz del PNV en el Congreso, considera "de extrema gravedad" el contenido de aquella declaración ante la autoridad judicial en la que aseguraba haber espiado la actividad "de la máxima autoridad pública vasca" por orden de un organismo dependiente del Gobierno de España.

Por ello, según recoge Europa Press, exigió una "aclaración de lo ocurrido" con el fin de que se puedan "depurar todas las responsabilidades" en torno a esta cuestión; algo que comenzará a comprobar en la próxima reunión que el martes celebrará la comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados del Congreso, en la que comparecerá Sanz Roldán a partir de la una del mediodía.