pekín. El primer ministro chino, Wen Jiabao, prometió ayer mejoras sociales para frenar el descontento en la inauguración de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), en un Pekín fuertemente vigilado por la reciente convocatoria de las protestas jazmín. Aunque esas protestas apenas han sido secundadas, sus reivindicaciones por internet parecen haber sido oídas por Wen, cuyas promesas coinciden con las peticiones de los convocantes: más atención a la corrupción, la desigualdad social o al alto precio de la vivienda.
este lustro Ante los alrededor de 3.000 legisladores reunidos en el Gran Palacio del Pueblo, Wen hizo un repaso a la situación actual del país y adelantó los objetivos del régimen comunista para 2011 y también a más largo plazo, ya que en este plenario se aprobará el XII Plan Quinquenal (2011-2015). En cuanto a los objetivos a corto plazo para 2011, el primer ministro previó un crecimiento del PIB del 8% (2,3 puntos porcentuales menos que en 2010), prometió luchar para que la inflación no supere el 4% a final del año (frente al 3,3 de 2010) y, en definitiva, "un buen ambiente para transformar el modelo de desarrollo económico". Wen dedicó casi la tercera parte de su discurso a prometer mejoras sociales para 2011. Así, Wen garantizó atención "a problemas que causan gran resentimiento entre las masas, como las expropiaciones no autorizadas de tierra cultivable y las demoliciones ilegales de viviendas". También, el primer ministro lanzó una severa advertencia a los políticos corruptos y aseguró que el Gobierno "resolverá a conciencia problemas relacionados con los empleados gubernamentales que abusan del poder para su beneficio personal".
Este año, el temor de Pekín a un contagio del descontento social de los países árabes a China ha generado una seguridad aún mayor y más limitaciones a los periodistas. Ello incluye, por ejemplo, la prohibición a los periodistas extranjeros a informar desde la calle Wangfujing o interrogatorios en el metro a los cámaras de televisión.