vitoria. La detención de los presuntos integrantes del comando Otazua, el pasado martes, ha despejado una de las principales incógnitas de los cuerpos policiales con respecto a las acciones de ETA de los últimos años. Los arrestados han confesado, según la Guardia Civil, su participación en una quincena de acciones, entre ellas el asesinato del brigada Luis Conde, en septiembre de 2008 en Santoña, la bomba que destrozó la casa cuartel de Burgos el 29 de julio de 2009, y la muerte del inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles, alto responsable antiterrorista en Euskadi. Por ello, el ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer, "con toda la cautela del mundo", que la Guardia Civil ha detenido "al grupo más importante de todo lo que le quedaba a ETA".

Según explicó Rubalcaba tras el Consejo de Ministros, con las detenciones de Galdakao y Bilbao quedan esclarecidos todos los atentados cometidos por ETA desde 2004, salvó el que en el verano de 2009 acabó con la vida de los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada en Palmanova, Mallorca.

Mientras, los cuatro detenidos permanecían ayer incomunicados en dependencias policiales, excepto el presunto jefe del comando, Daniel Pastor, a quien el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska llamó a declarar y ordenó su ingreso en prisión después de que, según fuentes jurídicas, se autolesionara en dos ocasiones. Pastor fue atendido el jueves en el Hospital Clínico de Madrid por unas heridas que se produjo en una mano, al parecer, al golpear una mesa. Ayer volvió a ser trasladado al Clínico con nuevas lesiones.

Por su parte, Lorena López, Beatriz Etxebarria e Iñigo Zapirain permanecían ayer incomunicados y se espera que hoy sean interrogados por el magistrado bilbaíno.

Rubalcaba destacó el mérito de la detención del talde por su condición de legal y afirmó desconocer si "estaban haciendo algo en este momento", aunque sí confirmó que habían comprobado informaciones facilitadas por sus superiores sobre un juez y un ertzaina. El arresto del comando Otazua, captado por Saioa Sánchez, Hintza, en 2006, hace que se haya llegado "más cerca del final" de ETA "con toda seguridad", según el ministro.