Con el discurso pronunciado ayer por el primer ministro de Túnez, Beyi Said Essebsi, el país parecía estar ayer comenzando a encarrilar el proceso de transición tras la revolución que el pasado 14 de enero depuso al presidente Zine el Abidín Ben Alí. Essebsi se dirigió ayer por televisión a sus conciudadanos con un discurso en el que advirtió de la complejidad de la tarea que tienen por delante y en el que fue especialmente duro con Ben Alí, a quien sin ambages acusó de "traición" y del que dijo que merece ser condenado a la pena capital. En su alocución, Essebsi manifestó que Ben Alí ha cometido un delito de "traición" por lo que merece ser castigado con la pena de muerte. Essebsi añadió que el próximo domingo se anunciará la composición del nuevo Gobierno de transición, del que dijo que será "cien por cien tunecino, sin presencia extranjera".