vitoria. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, aprovechó la llegada del ecuador de la legislatura en el Parlamento Vasco para valorar el recorrido del actual Gobierno Vasco; un periodo que, a su juicio, no ha podido ser peor para Euskadi, por lo que suspendió con un "cero absoluto" la gestión de su máximo responsable, el lehendakari, Patxi López.
A su juicio, el actual es un Ejecutivo aprisionado por un pacto con el PP que "no funciona" y no cuenta con la aprobación de sus ciudadanos, lo que le ha llevado a cosechar "tres suspensos" en materia económica -la más importante en estos tiempos de crisis- reflejados en una deuda pública que ha "multiplicado por seis", un paro que ha crecido "un 35%" y unas inversiones que se han desplomado en suelo vasco. Además, para Urkullu resulta especialmente preocupante los "tijeretazos y la parálisis" que la gestión de López ha provocado en ámbitos tan sensibles como "la Sanidad, la Educación o los servicios sociales", por lo que si a esto se suma el inmovilismo que achaca al lehendakari "en materia política" y su pobre producción legislativa -"sólo han presentado tres de los 24 proyectos legislativos que habían anunciado para 2010", subrayó-, se resumen los motivos últimos de su crítica frontal.
"oportunidad de un nuevo futuro" Sin embargo, estos no fueron los únicos reproches que el presidente del PNV dirigió ayer contra el líder del Ejecutivo socialista, que también hizo referencia a su actitud ante el desarrollo del autogobierno vasco, la fusión de las cajas vascas y la posibilidad de consolidar un escenario de "paz y normalidad política".
Sobre la primera cuestión, Urkullu lamentó que López haya olvidado tras su llegada a Ajuria Enea los compromisos que adoptó en campaña para explorar el desarrollo estatutario por otras vías que no fueran las que propuso el Gabinete Ibarretxe y que murieron a las puertas del Congreso. De hecho, subrayó la falta de iniciativa que ha mostrado su Ejecutivo para completar el que se aprobó en 1978. "Del nuevo marco del que hablaba hace dos años ni se acuerda. No se le ha oído hacer ninguna referencia al autogobierno y, o negociamos nosotros, o aquí no se mueve nada", afirmó destacando el papel que ha jugado el PNV en la negociación de las últimas competencias llegadas gracias a su negociación con el Gobierno de España y la falta de otros apoyos con que se topó el Grupo Socialista.
Sobre la fusión de las cajas, Urkullu acusó a López de mantener una política errática que le obliga a tratar de justificar "un giro de 180º" que le lleve del no con el que dinamitó la fusión la pasada legislatura, al sí condicionado que ahora parece buscar.
Y, por último, y aunque ayer no centró los discursos políticos por primera vez en semanas, Urkullu también abordó "la oportunidad" que se abre con la tregua de ETA y la nueva estrategia que representa Sortu.
Ante este contexto, Urkullu acusó a populares y socialistas de "mirarse de reojo" tratando de hacer "como si no pasara nada". "Pero sí pasa", subrayó. Y para construir un futuro esperanzador y consolidar la situación actual, reveló que su formación "ha ofrecido un tiempo de estabilidad" pese a tener enfrente dos partidos que "están a otra cosa" y siguen anteponiendo los cálculos electorales a la consecución de un escenario de paz y normalidad política.