Bilbao. Dos días después de que, el pasado día 9, Sortu se inscribiera en el Registro de Partidos Políticos, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, expresó un diagnóstico contundente: "Es evidente que se trata de la ilegalizada Batasuna". A partir de ahí, el objetivo era igual de claro: paralizar el proceso de legalización del nuevo partido. El método seguido para ello ha sido la elaboración de sendos informes que sacaran a la luz la verdadera naturaleza de Sortu por parte de la Policía española y la Guardia Civil. Ni siquiera hizo falta agotar el plazo de 20 días del que disponían. Llevaban tiempo trabajando en ello, explicó Rubalcaba. Según el nivel de detalle de dichos informes -que arrancan con la constitución de una nueva Mesa Nacional de la ilegalizada Batasuna en enero de 2006 y que culminan hace solo unos días-, los dirigentes de la izquierda abertzale poco menos que habrán tenido que sentir el aliento de los Cuerpos policiales en la nuca.

Documentos internos, comunicados públicos -tanto de ETA como de la izquierda radical-, cartas personales, entrevistas, ruedas de prensa y actos políticos se suceden de modo torrencial en los informes policiales, a los que ha tenido acceso este periódico. Los mismos suponen un recorrido pormenorizado por todos los pasos que ha dado la izquierda abertzale oficial y sus diferentes responsables desde el último proceso de paz, que concluyó con el atentado de la T-4 de diciembre de 2006. Pero, igual de relevante que el contenido de los documentos -la identificación de Sortu como el eslabón final de la cadena formada por Herri Batasuna y sus múltiples sucesoras- es el continente.

Tomando como base el informe elaborado por la Comisaría General de Información de la Policía española -el de la Guardia Civil comparte espíritu, metodología y conclusiones-, con fecha del pasado día 16, el mismo revela los procedimientos a través de los que se han recabado las diferentes pruebas presentadas a la Fiscalía y la Abogacía General del Estado -que deberán pronunciarse para que el Tribunal Supremo emita un veredicto final-. La mayoría de las veces, se despachan las mismas con un aséptico "obtenido por funcionarios de esta Comisaría General de Información". En muchas otras ocasiones salen a relucir la grabación de vídeos, la toma de fotografías, el seguimiento de las personas objeto de investigación o la interceptación de cartas. Junto a estos procedimientos, más o menos sofisticados, también se incluyen métodos más prosaicos como bajar documentos de Internet o adjuntar artículos y entrevistas publicadas en prensa. Todas estas aportaciones se van razonando y poniendo en contexto desde el punto de vista policial con un único fin: demostrar la supuesta supeditación de Sortu a la ilegalizada Batasuna y ETA. No en vano, el informe policial lleva como título Partido político sustitutivo de Batasuna. De la lectura del informe llama la atención, en primer lugar, la referencia a una carta que el ex secretario general del LAB, Rafa Díez Usabiaga, escribió en abril de 2009 y en la que describía el trabajo que estaba llevando a cabo en Bateragune. "Ahora aquí andamos todos los días en la sede del sindi (como cuartel general, ¿no sé hasta cuando?) con tu compañera de fatigas S -en referencia a Sonia Jacinto, según la Policía-, Ronaldinho -Arnaldo Otegi- y algunos jóvenes, en comisión permanente-.

Varias páginas más adelante se destaca la relevancia del papel desempeñado por Díez Usabiaga a la hora de dar forma con Bateragune a la "refundación de Batasuna", proceso que, pese al arresto de los responsables de esta iniciativa en octubre de 2009, ha dado lugar, siempre según el informe, a Sortu. Se resalta como aspecto revelador el hecho de que, en el acto que acogió el pasado día 7 el Palacio Euskalduna de Bilbao, que sirvió para presentar las líneas maestras de la nueva marca -pero sin llegar a desvelar su denominación-, Rafa Díez Usabiaga, el portavoz de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria y el abogado Iñigo Iruin -los dos últimos, protagonistas principales del acto- accedieron juntos al Euskalduna, mientras que el resto de dirigentes de la izquierda radical lo hicieron después, en grupo y desde el Hotel Villa de Bilbao.

Para reforzar este hecho, el informe adjunta una fotografía de Etxeberria, Iruin y Usabiaga entrando en el edificio. Más aún: revela dos encuentros previos que protagonizaron el ex dirigente de LAB y Rufi Etxeberria los días 1 y 2 de febrero en Donostia, y la reunión que el primero mantuvo con el letrado dos días después en la sede de su bufete en la capital guipuzcoana.

El acto del Euskalduna aparece reseñado como punto culminante del objetivo definido como "refundación de Batasuna". Así, se destaca que "tres cuartos de hora antes del comienzo el acto (...), en el exterior del Hotel Villa de Bilbao se produjo la concentración de distintos responsables de Batasuna y personas vinculadas con los partidos políticos ilegalizados y agrupaciones de electores anuladas".

A continuación, se adjunta un listado de los presentes, como Arantza Zulueta, Juan Cruz Aldasoro, Joseba Permach, Tasio Erkizia y Joseba Álvarez, con su DNI y una breve semblanza, antecedentes penales incluidos. Como parte de las pruebas, también se aporta un reportaje videográfico del encuentro, del que se incluyen tres fotogramas en el propio informe, con los protagonistas departiendo tranquilamente. Al día siguiente del acto del Euslkaduna, el Hotel Nervión de Bilbao acogió la presentación del partido, esta vez ya como Sortu y con las diez personas que lo integran como únicos protagonistas. La Policía española destaca que "ninguna de estas personas ha sido candidata" de los partidos y agrupaciones de electores proscritos, ni han ejercido cargos en HB, EH, Batasuna, ANV y EHAK. "Tampoco han sido imputados o condenados por pertenencia o colaboración con organización terrorista", apunta.