argel/trípoli. Un intenso despliegue policial impidió ayer de nuevo por la fuerza que cientos de personas se manifestaran en el centro de Argel convocados por la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC) en demanda de la democratización del régimen argelino. Centenares de agentes policiales y antidisturbios tomaron desde primeras horas de la mañana la plaza del Primero de Mayo en el centro de la capital, donde debía arrancar la manifestación, y se desplegaron en cordones por las calles adyacentes reprimiendo cualquier intento de formar siquiera una concentración.
La presencia y el control policial fue ayer más intenso y efectivo que el pasado sábado, cuando cerca de 3.000 personas consiguieron concentrarse durante horas en una calle cercana a la plaza, en lo que supuso la primera gran protesta en la capital desde hace años. Los agentes policiales empujaron y cargaron con porras contra los manifestantes cada vez que estos permanecían durante unos minutos parados en alguna zona, dividiéndoles en varios grupos cada vez más pequeños hasta que consiguieron disolver las protestas.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes y estudiantes pero también trabajadores de diferentes sectores, abogados y militantes de derechos humanos, gritaron consignas como estamos hartos de este poder, abajo la opresión u otras como poder asesino cuando la Policía empleaba la violencia contra ellos.
Los cordones policiales impidieron que otros ciudadanos se sumasen a los grupos de manifestantes aislados pero franquearon, sin embargo, el paso a decenas de adolescentes que intentaron provocar a los congregados, haciendo estallar petardos y gritando consignas a favor del presidente del país, Abdelaziz Buteflika. Y entre ellos, zarandeado y vapuleado pero firme en su determinación a sus 91 años, la figura más apreciada y popular de la CNDC: el presidente de honor de la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos, Ali Yahia Abdenur.
situación en libia En Libia, las fuerzas de seguridad han matado a 84 personas, según el último comunicado de Human Rights Watch (HRW), durante los últimos tres días de protestas en varias ciudades del país en demanda de un cambio político al régimen de Muamar al Gadafi, que lleva 41 años en el poder. Según HRW, que basa sus cifras en conversaciones telefónicas con hospitales y testigos, "las fuerzas de seguridad de Al Gadafi dispararon contra los ciudadanos, que simplemente demandan un cambio".
Para la asociación Vasco-Libia, "con Túnez al oeste, Egipto al este y un líder que gobierna el país despóticamente desde hace 42 años, parecía cuestión de tiempo que las revueltas se extendieran a Libia". Esta organización indicó ayer que la segunda ciudad del país, Bengasi, estaba tomada por los manifestantes que declaran con júbilo que están libres del control del régimen, del mismo modo que pasaba en Denra, Elbaida, Almarej, Egdabia, el Zentan y Elkufra. No obstante, fuentes locales señalaban que "las fuerzas de seguridad del régimen han cometido masacres contra las manifestaciones pacíficas y amenaza con actuar con dureza contra sus participantes". La fuente subrayó que, "debido al hermetismo al que Gadafi somete Libia, toda la información está sometida a una fuerte censura y la presencia de los medios internacionales es nula".