teherán. El ayatolá Alí Janati, presidente del poderoso Consejo de los Guardianes de la Revolución y encargado de presidir la oración del viernes ayer en Teherán, rechazó los llamamientos a ejecutar a los líderes opositores Mirhosein Musavi y Mehdi Karubi, subrayando que ambos han perdido ya toda su "credibilidad". Tanto los diputados como los miles de partidarios del Gobierno que se concentraron ayer en Teherán, reclamaron la detención inmediata, juicio y ejecución de Musavi y Karubi después de que éstos convocaran su primera marcha en más de un año el pasado lunes en la que murieron al menos dos personas. Los afines al régimen de los ayatolás, encabezado en la versión civil por el presidente Mahmud Ahmadineyad, acusan a los opositores de instigar las revueltas auspiciadas desde Occidente.

Sin embargo, el ayatolá Janati, considerado un radical, aseguró ayer que las maniobras de Musavi y Karubi son "superfluas y tanto ellos como su Movimiento Verde ya están muertos". "A aquellos que piden su ejecución les diría que ya han sido ejecutados, han perdido toda credibilidad y prestigio", dijo.

Musavi y Karubi perdieron las elecciones presidenciales de junio de 2009 frente a Ahmadineyad, en unas votaciones que consideraron fraudulentas. Ambos se convirtieron en las figuras visibles de las peores protestas callejeras en Irán desde la Revolución Islámica de 1979, pero fueron aplastadas a finales de 2009.

La protesta del lunes en Teherán y en otras ciudades estuvo inspirada por los recientes levantamientos populares en Túnez y Egipto que han acabado con la dimisión de sus presidentes. Está previsto que este domingo tenga lugar otra para conmemorar la muerte de los dos jóvenes que murieron el lunes, pero las autoridades han advertido de que no se tolerarán manifestaciones.

Los líderes del Movimiento Verde han sido tachados de "sediciosos" por el Gobierno iraní, pero sus credenciales revolucionarias y religiosas (Musavi fue primer ministro en los 1980 y Karubi es un clérigo y ex presidente del Parlamento) harían que su detención o ejecución supusieran un nuevo motivo para enfurecer a sus partidarios.

Sin embargo, una mayoría de parlamentarios aprobó una moción esta semana pidiendo que Musavi y Karubi sean juzgados por el delito de "corrupto en la tierra", que en Irán conlleva la pena capital. Pero Janati pidió otra cosa: "Ponerles bajo arresto domiciliario y cortarles todos sus medios de comunicación, teléfono e Internet, todo".

En la multitudinaria marcha de ayer en Teherán respaldando al régimen, muchos de los manifestantes llevaban imágenes de Sanee Zhaleh, el estudiante de 26 años muerto el lunes y que ha sido calificado de mártir por ambos bandos.