washington. El presidente de EEUU, Barack Obama, criticó ayer al Gobierno iraní por reprimir las manifestaciones que llevó a cabo la oposición este lunes y puso como modelo a seguir la actuación moderada del Ejército en Egipto ante la revuelta popular que derrocó al presidente Hosni Mubarak.
"Me parece una ironía que el régimen iraní finja que celebra lo que ha ocurrido en Egipto cuando, de hecho, ha actuado de forma totalmente contraria a lo que ha sucedido en Egipto, al disparar y golpear a las personas que intentaban expresarse pacíficamente", indicó.
El presidente estadounidense destacó que los militares que han asumido el poder en Egipto están enviando las "señales correctas" porque se está avanzando hacia una democracia después de tres décadas de régimen autocrático.
En cambio, Obama dirigió unas duras palabras al Gobierno iraní por reprimir una manifestación no autorizada convocada por la oposición para apoyar las recientes revueltas de Egipto y Túnez y expresó la solidaridad de Washington con los manifestantes iraníes.
"Mi esperanza y mi expectativa es que sigamos viendo cómo el pueblo de Irán tiene la valentía de ser capaz de expresar su anhelo de una mayor libertad y un gobierno más representativo", afirmó. Aun así, dejó claro que EEUU "no puede dictar en última instancia lo que debe ocurrir en Irán".
Varios diputados iraníes pidieron ayer que se castigue con la pena de muerte a los líderes opositores que, según ellos, fomentaron los disturbios posteriores a la manifestación. Según los medios estatales iraníes, al menos una persona murió y varias decenas resultaron heridas.
Las últimas protestas recordaron a las manifestaciones masivas que hubo en Irán tras las elecciones presidenciales de 2009, en las que Mahmud Ahmadineyad consiguió un segundo mandato. En aquel momento, Obama fue muy criticado por no mostrar suficientemente el apoyo de EEUU a la oposición iraní.
Por otro lado, el presidente estadounidense se refirió a las manifestaciones que se están produciendo en varios países de Oriente Próximo, inspiradas por las de Egipto y Túnez. Obama indicó que está a favor de que se realicen reformas políticas, pero que los cambios hacia la democracia no deben desencadenar situaciones de caos y violencia.
Asimismo, señaló que el traspaso del poder en Egipto supone "una oportunidad pero también un desafío" para el proceso de paz entre árabes e israelíes.