BILBAO. Urkullu ha hecho estas declaraciones en una entrevista en Onda Vasca, recogida por Efe, en la que ha insistido en que, aunque no cree que el Gobierno Vasco sea "ilegítimo", la mayoría absoluta de socialistas y populares en la Cámara de Vitoria no habría sido posible si la izquierda abertzale hubiera tenido representación institucional.

Ha añadido que esto no significa que el PNV vaya a pactar con la izquierda abertzale si está presente, porque la política de alianzas en el futuro "está por escribir", pero que sí deberían ser legales para terminar con la "fotografía incompleta" que a su juicio se ve en las instituciones vascas.

Ha pedido al PSOE y al PP que dejen de usar un "lenguaje ambiguo" y de "lavarse las manos" para que los tribunales sean los que decidan finalmente, y ha confiado en que "impere la razón" ante los "cálculos electoralistas" y Sortu sea legalizado aunque sea en "el último minuto".

Urkullu, quien ha dicho que ha mantenido contactos con el entorno de la izquierda abertzale pero no con los promotores de Sortu, ha opinado que si la puesta en marcha de la nueva marca supone un "movimiento táctico" los más perjudicados serían ellos mismos si lo que quieren es estar presentes en el mundo de la política vasca.

Preguntado por si ETA está acabada, el dirigente nacionalista ha recalcado que eso es "mucho decir" y, sobre la posibilidad de futuras escisiones, ha agregado que acabarían siendo algo "marginal" que con la deslegitimación de la violencia llevada a cabo en la sociedad vasca no tendrían el apoyo que la banda tuvo en el pasado.

Además, se ha referido a la reunión de los observadores del llamado "Grupo Internacional de Contacto" liderado por el abogado sudafricano Brian Currin, a los que ha pedido que "tengan el papel que justamente han de tener", ya que los protagonistas de la normalización deben ser la sociedad y la clase política vascas.

En relación con una hipotética fusión de las tres cajas de ahorro vascas, Urkullu ha apostado por la "mayor" y ha defendido una unión de BBK, Caja Vital y Kutxa, porque, a su juicio, una unión entre BBK y Caja Vital sería "coyuntural" y estaría abocada "a morir" en algún momento.

En este punto ha reiterado que el PNV no apoyará la reforma financiera del Gobierno central si éste no impulsa la fusión de las tres cajas.