argel. Un impresionante despliegue policial impidió ayer por la fuerza que miles de personas se manifestaran en las calles de Argel en demanda de la democratización del régimen argelino, en la que constituyó la mayor protesta en la capital desde hace una década.

Más de 3.000 ciudadanos, desafiando la prohibición del Gobierno de la capital, se concentraron en la plaza del Primero de Mayo una hora antes de que comenzara la protesta, pero los cerca de 30.000 policías y fuerzas antidisturbios que tomaron la ciudad les impidieron recorrer las calles en manifestación.

La marcha había sido convocada hace casi un mes, tras la caída del presidente Ben Alí en Túnez, por la denominada Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC), que agrupa a varias organizaciones de la sociedad civil y a algunos partidos de oposición.

Cientos de policías uniformados y de civil se mezclaron entre los manifestantes y detuvieron a decenas de personas, entre ellas varios sindicalistas y representantes de organizaciones civiles pertenecientes a la dirección de la CNDC.

Según las organizaciones convocantes, los detenidos ascendieron a más de 400, entre ellos cerca de cincuenta mujeres y varios periodistas argelinos y extranjeros.

La concentración se extendió durante horas de forma pacífica hasta que por la tarde los agentes policiales cargaron con porras contra los manifestantes y hubo violentos enfrentamientos que se saldaron con decenas de heridos, según la CNDC.

El extremo despliegue policial no impidió que los manifestantes, en su mayoría jóvenes, pero también trabajadores de diferentes sectores sociales, abogados y profesores universitarios, lanzaran consignas contra el régimen encabezado por el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika.

"Estamos hartos de este poder", "democracia auténtica y libertad" "abajo el sistema podrido y corrupto", "Buteflika, lárgate" o "queremos un país gestionado por los jóvenes y no por los viejos", eran algunos de los lemas coreados por los participantes encajonados en una calle adyacente a la plaza por varios cordones policiales.

Esos cordones impidieron que más ciudadanos pudieran acceder a la protesta, aunque franquearon en cambio el paso a una veintena de adolescentes que, gritando consignas a favor de Buteflika, intentaron provocar incidentes violentos mezclándose entre los manifestantes.

Las protestas se extendieron también a otras ciudades del país como Bejaia, Constantina, Anaba y Orán, la segunda ciudad argelina, donde hubo varios heridos y decenas de detenciones, informó Mohcen Belabés, portavoz de la opositora Reagrupación Constitucional Democrática (RCD). Pese a que el Gobierno había anunciado estos días que solo se prohibirían las manifestaciones en la capital, la Policía desplegó igualmente un fuerte dispositivo en Orán y en otras ciudades, que impidió el desarrollo de las protestas.

Belabés, que cifró en un millar el número de detenidos, aseguró que el transporte público hacia la capital, por carretera y ferrocarril, se había cancelado desde el jueves para impedir que argelinos de otras regiones acudieran a la manifestación.

Una quincena de mujeres de la Asociación de Madres de Desaparecidos en Argelia durante los años 90, con grandes fotos de sus hijos al cuello, participaron también en la concentración reclamando justicia e información sobre sus familiares.

Desde el 14 de junio de 2001, cuando centenares de miles de manifestantes tomaron las calles de la capital en protesta por la represión en la región de la Cabilia, no se había registrado en Argel una manifestación como ésta.