El arquitecto Santiago Calatrava, imputado en el caso Palma Arena, aseguró ante el juez instructor José Castro que fue el expresidente balear, Jaume Matas, quien le propuso encargarse del anteproyecto del teatro de la Opera así como del desarrollo inicial de la remodelación del Moll Vell, por el que percibió 1,2 millones de euros. Matas le hizo la proposición en 2006, en un desayuno en Roma, donde también estuvo presente el editor Pedro Serra. Calatrava se desvinculó de las irregularidades administrativas.