Vitoria. Puede que dentro de dos años Sortu esté en el Parlamento Vasco, puede que no. En cualquier caso, ayer el nuevo partido de la izquierda abertzale oficial capitalizó el debate en la Cámara Vasca. Se celebraba el primer Pleno tras la presentación de la marca que, según sus impulsores, va a cerrar el ciclo de la violencia en Euskadi y, gracias a una iniciativa de Ezker Batua que pedía la creación de un foro multipartito que canalice la nueva situación, todo el mundo pudo posicionarse con nitidez.
Todo el mundo salvo el PP, que a lo largo de la semana se había mostrado inflexible con Sortu, que no celebraba la apertura del nuevo escenario porque no creía en él, y que ayer lanzó un extraño doble mensaje.
Desde la tribuna, Leopoldo Barreda equiparó lo vivido en los últimos meses a los procesos de Lizarra y Loiola, y afirmó no apreciar diferencias entre Sortu y ANV o EHAK. No sólo eso, advirtió también de que el PP exigirá al lehendakari que "Sortu-Batasuna no esté en las elecciones", y en Madrid, la popular Ana Mato dijo que su partido romperá con el PSOE si Sortu cuenta con papeleta en los comicios. Desde la sala de prensa, el secretario general de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal, habló de un "horizonte de esperanza" -gracias, eso sí, a la política de tolerancia cero y a la Ley de Partidos-, dijo estar "encantado" de que ese sector social regrese a la Cámara y afirmó que sería una "buena noticia" que pueda presentarse a las elecciones, porque eso significaría que "dicen la verdad y se separan de ETA". El mensaje, pese a que Oyarzábal pidió "pruebas, certezas y algunos pasos más después de tantos engaños", fue especialmente llamativo.
Ya dentro del salón de plenos, en una jornada en la que el nuevo partido acaparó las charlas en la cafetería y en los pasillos, y protagonizó las conversaciones entre partidos y periodistas; en una jornada en la que los medios estatales buscaban de nuevo a Jesús Eguiguren, tocaba hacer discursos de altura.
Y así fue. Las posiciones de cada cual parecían ser expuestas con sinceridad, buscando el mejor fin para el camino emprendido, razonando con inteligencia y vehemencia, y con el mismo resultado de siempre: 39-36, o 36-39. Nacionalistas y Ezker Batua hicieron bloque frente a los firmantes del acuerdo de bases y UPyD, demostrando que la muga ideológica en Euskadi no se mueve y que en lo sucesivo todos tendrán que dejarse muchos pelos en la gatera para que el Parlamento se posicione de forma unánime ante un escenario post-ETA que, eso sí, todos coinciden en ver más cerca que lejos.
Lehendakari ausente Mikel Arana propuso el terreno de juego. El portavoz de EB lleva meses pidiendo al lehendakari la creación de un foro de partidos que trascienda al Parlamento para poder dar cabida a la izquierda abertzale tradicional, pero que tampoco excluya a nadie, como ya ocurrió en Lizarra, intento básicamente nacionalista; y en Loiola, donde Batasuna, PSE y PNV negociaron el futuro del país a puerta cerrada.
Arana, que rechazó "cuarentenas y condenas" porque "igual alguno de los que estamos aquí sentados no pasa la prueba", pidió al lehendakari que lidere ese foro por el que apuesta para encauzar convenientemente la situación. "ETA por fin se ha quedado sola, ya no actúa en nombre de nadie, y nos ha tocado un tiempo en el que podemos tomar decisiones que traigan definitivamente la paz", proclamó.
Arana, por cierto, afeó al lehendakari el que se ausentara de un debate de tal envergadura, al igual que hizo la portavoz de Aralar, Aintzane Ezenarro, quien pidió que se empiece a hablar de "la progresiva salida de los presos de la cárcel".
Aralar apuesta por sellar "un nuevo acuerdo político que permita la paz, una nueva transición en este país", y para ello es necesario "buscar los acuerdos más amplios posible, que nadie quede fuera, y menos desde el principio", según Ezenarro. "Los de nuestra generación no hemos conocido un país sin ETA, esa es la gran responsabilidad que tenemos", afirmó.
También se alineó con Arana Eusko Alkartasuna, aunque su portavoz, Juanjo Agirrezabala, cree que la constitución de ese foro multipartito, aunque no es "la prioridad". Para Agirrezabala, lo importante es que "todos los proyectos políticos tengan las mismas oportunidades", y para lograrlo abogó porque "los agentes políticos respondan con altura de miras", pues "ya no hay excusas, sólo el interés de frenar al independentismo en la urnas".
El PNV, por su parte, advirtió al lehendakari de que "si no está presente -su ausencia en el debate no cayó bien entre el nacionalismo- lo haremos otros". Fue Joseba Egibar quien avisó de que el PNV adelantará al PSE en el liderazgo del futuro escenario si se le presenta la ocasión, admitiendo, eso sí, que en esta ocasión se debe hacer "con la sociedad, que es el error que hemos cometido en otras ocasiones".
Para Egibar "es triste que no se valore" que la izquierda abertzale, tras "décadas en la misma estrategia", diga que "ETA se ha acabado". El portavoz jeltzale cree que esa postura de PP, PSE y UPyD responde a su "incomodidad" ante una eventual presencia de la izquierda abertzale tradicional en las elecciones, aunque "las cosas vayan a mejor".
Su presidente, Iñigo Urkullu, había pedido en la misma jornada un adelanto electoral si Sortu pasa el filtro judicial, avalando la propuesta en el mismo sentido que hizo Hamaikabat. Urkullu, que ve "la fotografía institucional incompleta", una idea que Rodolfo Ares considera "despreciable", anunció que tratará la nueva situación con Zapatero y que le gustaría hacerlo con Rajoy.
Por parte de UPyD, Gorka Maneiro rechazó el foro propuesto por Arana, salió en defensa de "los canales democráticos" y afirmó que una mesa de ese tipo sustituiría a los representantes de los ciudadanos.
ley de partidos El PSE también cree que el Parlamento debe ser el foro en el que se trate sobre un eventual y deseable futuro sin ETA. Jesús Loza incidió en que ha sido la Ley de Partidos la que ha llevado a la actual situación, y no "ETA ni su brazo político", y reclamó a Sortu "hechos" y reconocimiento del daño causado, pues a su juicio la izquierda abertzale tradicional carece de "credibilidad". Loza proclamó su "alegría y esperanza" ante el nacimiento de Sortu, principalmente porque "es la primera vez que se refieren directamente a ETA", pero afirmó que "cuando un tratamiento está dando buenos resultados" sólo cabe "ajustar la dosis de algún medicamento y no arriesgar".
TXUS DÍEZ
CRÓNICA PARLAMENTARIA