De las siguientes instituciones o colectivos, ¿qué tres cree usted que tienen más poder en el País Vasco?" Es una de las preguntas de la encuesta del Gabinete de Prospecciones Sociológicas del Gobierno Vasco bajo el título de Cultura democrática. Una pregunta que tiene una respuesta curiosa, no por inesperada, sino por lo ajustada a la realidad pese a discrepar de la teoría. Bancos y grandes empresas son los más citados por los encuestados, por delante de Gobierno Vasco y medios de comunicación. Parece que el poder del capital se impone sobre el de la política que, por precisar, deriva del griego politikós, ciudadano.

Un retrato extremadamente sintómatico -que casi se calca si la fotografía se amplía al Estado- de la percepción ciudadana respecto a la sociedad de la crisis económica y, en definitiva, sobre quién guía los designios de los ciudadanos. El sondeo -elaborado entre el 28 de octubre y el 12 de noviembre sobre 2.129 entrevistas- ahonda en la desafección de la sociedad frente a la política o, más concretamente, frente a los políticos.

Desconfianza, aburrimiento e indiferencia son los sentimientos que mayoritariamente inspira la política a los encuestados, pero ese sentimiento de sospecha -que los elaboradores del estudio describen similar en los distintos grupos de edad- se dirige más a quienes ejercen la política que a la política como concepto general. Por ejemplo, hasta el 73% está de acuerdo en que esté quien esté en el poder, siempre busca sus intereses personales, pese a que el 64% estima que los partidos son necesarios para defender los intereses de los distintos grupos y clases sociales.

Donde más se habla de política es en familia (15% lo hace habitualmente frente al 8% que lo hace con compañeros de trabajo o estudios). Eso pese a que el 63% se informa de política a través de los medios de comunicación al menos una vez a la semana. Sólo el 42% se siente libre para hablar de política con todo el mundo; un 41% sólo lo es con ciertas personas, porcentajes que con pequeñas alteraciones se han mantenido a lo largo de la serie histórica con una curiosa salvedad: el dato de 2008, donde el porcentaje de quienes se sentían libres para hablar de política caía al 26%.

Evitar conflictos y la falta de interés son los principales motivos aducidos para no hablar de política. A la hora de valorar el sistema, el examen de los encuestados también es duro. Sobre la percepción del nivel de democracia, otorgan un 5,4 a Euskadi y un 5,5 a España, sobre un máximo de diez.

Constitución y estatuto La encuesta pregunta por la Constitución y el Estatuto de Gernika. El 46% votaría a la Carta Magna y un 14%, no; respecto al referéndum de 1978, aumenta 15 puntos el voto afirmativo y apenas tres el voto negativo. En relación al Estatuto, un 44% votaría y un 12%, no, rebajando los resultados del referéndum de 1979, cuando el Estatuto logró un 53% de apoyos y un 3% de votos en contra. Un desgaste del respaldo al texto estatutario que puede tener una de sus claves en el hecho de que las opiniones mayoritarias en torno al autogobierno se sitúan entre "debería plantearse la independencia de Euskadi" (21%) y "el Estatuto de Gernika está bien pero deben completarse sus transferencias" (18%).