Vitoria. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, aseguró ayer que el Gobierno central permitirá a Cataluña emitir deuda a largo plazo y, además, que en las próximas semanas desbloqueará el pago de 759 millones de euros para inversiones en infraestructuras que estaban pendientes desde 2008.

En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa tras una reunión de casi dos horas y media con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Mas precisó que "es muy posible" que Cataluña pueda hacer una primera emisión de deuda, de entre 2.000 y 2.500 millones de euros, incluso antes de que su plan de ajuste reciba el visto bueno del Gobierno central.

El presidente catalán dejó claro el "compromiso firme" de su Gobierno de cumplir a "rajatabla" la obligación de reducir el gasto, pero advirtió que para corregir la situación de déficit "heredado" del tripartito también hace falta que se le aseguren a Cataluña ciertos ingresos. "Y ahí hay cuentas pendientes entre el Gobierno central y la Generalitat", dijo.

prudente En este punto, el líder de CiU también detectó un "síntoma positivo", que es que el Gobierno central desbloqueará en las próximas semanas el pago de 759 millones para infraestructuras pendientes desde 2008. Sin embargo, avisó de que esto "no es suficiente" y de que la Generalitat seguirá insistiendo en algunos puntos como el fondo de competitividad que está previsto en el nuevo sistema de financiación autonómica y que, según explicó, el Ejecutivo central no es partidario de dotar en 2011, sino de liquidarlo en 2013.

A su juicio, lo "razonable" es que la deuda del Estado en materia de infraestructuras quede liquidada "a ser posible en el primer semestre" de 2011, pero se mostró prudente a la espera de ver la letra pequeña en las próximas semanas. "Como soy gato escaldado no lo doy como rotundo, pero hay signos claramente positivos del Gobierno central y del presidente Zapatero", dijo.

aeropuertos Mas también abordó el tema "prioritario" de los aeropuertos, sobre el que explicó que el Gobierno catalán mantiene una postura "tan sencilla como difícil de conseguir". El primer punto de su exigencia es el traspaso íntegro a la Generalitat de los aeropuertos pequeños catalanes, como los de Girona, Reus o Sabadell. Y en cuanto a la operación "singular" del aeropuerto de El Prat, avanzó su postura favorable a la privatización. "Ahí no vamos a ser beligerantes", garantizó antes de defender que, sin embargo, la Generalitat exigirá una posición "determinante" de las instituciones catalanas en los consorcios que se creen para el control de las cesiones. "Queremos tener voz y voto determinante porque sabemos que la gestión de los aeropuertos es fundamental para la economía de Cataluña y su proyección".