vitoria. Aralar irá a la presentación de la nueva marca de Batasuna. ¿Qué podemos esperar mañana?
Lo único que sabemos es lo que nos han dicho: que van a tener unos estatutos que cumplirán con la Ley de Partidos. Es una respuesta al Estado que les ha impuesto esta Ley de Partidos. Me parece un poco triste que Batasuna responda a esta imposición del Gobierno español y no lo haya hecho durante tantos años a la solicitud de la sociedad vasca. Siempre hemos mantenido que a quienes se les solicita hacer política no se les puede cerrar la puerta. Si para ser legales están dispuestos a cumplir la Ley de Partidos, hay una incongruencia con lo que han estado haciendo durante tanto tiempo en muchos pueblos. Puede entrar la duda: ¿el objetivo es la legalización o la paz? El objetivo de la sociedad vasca es la paz y ellos están poniendo más acento en la legalización. Y tienes la duda de si lo hacen por convicción o necesidad. Para lograr una paz duradera se necesita dar pasos por convicción y no por necesidad.
Estos pasos vienen dados después de movimientos de la sociedad, entre ellos el Acuerdo de Gernika, que también firmó Aralar.
Gernika nos parece que es un documento importante ya que recoge en su seno reivindicaciones democráticas, tanto al Estado como a ETA. Pero allí se hablaba también de que hay que hacer pedagogía de la paz, y trasladarlo a las bases. Nuestro alcalde en Aretxabaleta ha tenido que soportar una nueva pintada con insultos. Llevamos el texto literal de lo que se decía en Gernika a este respecto y el resto de las formaciones lo firmaron salvo Batasuna. ¿Cómo vamos a creernos que se lo creen?
¿Considera que ETA respondió en su comunicado a lo que se le exigía en el Acuerdo de Gernika?
ETA dejó cosas sin aclarar. No estoy de acuerdo con lo que dijo Batasuna de que era una decisión unilateral ya que no ha habido una negociación previa. El problema no es que haya una negociación previa, sino que no se exija tampoco una negociación posterior. En el comunicado mezcla de nuevo la paz y la política y por último está la tutela. Acaba diciendo que van a seguir luchando mientras esto no haya acabado. Eso no es lo que se pedía en Gernika. Pero tampoco hay que poner todo el acento en lo negativo y es verdad que es una tregua general en la que además, y por primera vez, se exponen a una verificación internacional. Estamos mejor que antes del comunicado. Y lo que ha cambiado sustancialmente en relación a otros procesos es el contexto y la apuesta, esta vez sí, unilateral de Batasuna. Por primera vez su base social les ha dicho que paren, y eso es lo que nos permite decir que estamos más cerca de la paz.
¿Qué pasos hay que dar?
En el día a día se han cometido multitud de injusticias y hay personas que han sufrido por pensar diferente a lo que pensaba Batasuna. Esa gente necesita ver que se reconozca el daño causado como se hizo en Irlanda por parte de IRA. Si queremos realmente construir una paz verdadera tenemos que hacer una revisión crítica del pasado.
En el acuerdo "Euskal Herria Ezkerretik" están EA, Alternatiba y la antigua Batasuna. ¿Aralar tiene hueco en ese marco?
Quiero decir que somos un partido abierto al diálogo, lo hemos practicado y hemos alcanzado acuerdos plurales. Dicho esto, hay que saber que cuando se plantea esto que ellos llaman nuevo acuerdo estratégico de la izquierda vasca, no se nos llama. Con ellos hemos participado en el acuerdo de Gernika y hemos tenido otras conversaciones en torno a la paz, pero cuando han hecho este acuerdo han tenido sus reuniones y ni siquiera se nos mostró el texto, que lo hemos conocido a través de los medios de comunicación. Eso denota la intencionalidad que ha tenido ese acuerdo. Batasuna no quiere dejar de situarse en el centro y que los demás seamos sus satélites. Como sabe que Aralar no es satélite de nadie, no hemos sido ni llamados. Ahora se nos ha convocado a una reunión y no tenemos ningún problema en acudir.
¿Una reunión para hablar del futuro de la izquierda abertzale?
Ese debate ya lo hemos planteado nosotros y hemos dicho que a medio plazo, en una situación de posviolencia, habrá que empezar a hablar del nuevo espacio de la izquierda abertzale plural y estableceremos cuáles son nuestros principios y forma de entender la política. Se nos ha respondido que no ha llegado ese momento. Nos han dicho que ahora su prioridad es legalizarse y organizarse. Y lo entiendo. Representamos dos formas de entender la izquierda abertzale. Batasuna ha iniciado un camino hacia la apuesta política, pero le falta pasos por dar, mucho camino por recorrer. Cuando lo hayan hecho podremos vernos de tú a tú y veremos que podemos hacer de forma conjunta. Hay que respetar ese camino ya que los cambios no se hacen de la noche a la mañana. Al final el camino se define no con lo que dices, sino con lo que haces.
¿Aralar ha hecho ese camino?
La sociedad nos ha dado credibilidad. Desde un primer momento se veía claramente que lo hacíamos por convicciones y no por necesidad. Comenzamos nuestro camino en el desierto, sin cargos, sin nada. Iniciamos el camino de cero y lo hemos hecho intentando dar una respuesta desde la izquierda a los problemas.
¿Qué diría a los que les acusan de apego a los cargos?
No tengo por qué andar defendiéndome de eso. Sé el recorrido que he hecho. He sido juntera única, parlamentaria única, y con hijos pequeños. Mi vida no ha sido más fácil desde que estoy en Aralar. No es así. Estamos aquí porque tenemos las mismas convicciones que cuando empezamos. El futuro de la izquierda abertzale no puede estar exclusivamente en unas manos. Es verdad que hay que colaborar y simplificar el mapa político, pero para la regeneración de ese espacio es importante el camino que ha hecho Aralar.
¿Qué perspectivas tienen de cara a las elecciones de mayo?
Positivas, con la idea de seguir creciendo moderadamente y tratando de tener implantación en más pueblos. Y en cuanto a las instituciones forales, esperamos ir subiendo en representación y en Gipuzkoa, por ejemplo, poder ser la llave.
¿La llave ante el más que previsible pacto PSE-PP?
Si está en nuestras manos, no vamos a dejar paso al PSE-PP. Es fruto de nuestras propias convicciones y no de un acuerdo con el PNV ni con nadie. Hay gente que quiere vincularlo a un posible pacto con el PNV y no es así. Somos abertzales y sabemos cuál es la estrategia del Estado: borrar la idea abertzale en Euskadi. Si les dan los números estoy convencida de que van a extender el pacto. Están esperando al minuto cero, pero, si podemos, lo vamos a evitar.