el cairo. Amnistía Internacional ha pedido que se investigue la detención de unos 35 activistas de Derechos Humanos y periodistas, entre ellos dos miembros de la propia organización internacional, durante las protestas contra el presidente egipcio, Hosni Mubarak. Los activistas fueron liberados entre el viernes y el sábado por la mañana tras pasar casi dos días bajo custodia militar. "Recibimos con satisfacción la noticia de la liberación de estos activistas, pero nos indigna que fueran detenidos, para empezar, y nos indigna también la manera en que los han tratado", manifestó Malcolm Smart, director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

Los activistas de derechos humanos, abogados y periodistas, tanto egipcios como internacionales, fueron detenidos el jueves cuando la Policía militar asaltó las oficinas del Centro Legal Hisham Mubarak. "Nos siguen preocupando enormemente los activistas pertenecientes a grupos como el Movimiento 6 de Abril, Juventud de Justicia y Libertad, y Asamblea Nacional para el Cambio, detenidos en incidentes diferentes el 3 de febrero y cuyo paradero seguimos tratando de determinar", añadió.

Así, pidieron a las autoridades egipcias "llevar a cabo urgentemente una investigación independiente de por qué se ha atacado de esta manera a los activistas de Derechos Humanos (...) y quién ordenó estos ataques".

Por otro lado, una iglesia de Rafah, en la frontera entre Egipto y Gaza, sufrió un incendio ayer después de que un desconocido lanzara un cóctel molotov contra su fachada, explicaron varias fuentes del Centro de Prensa gubernamental en el Sinaí. No ha habido víctimas en el ataque contra la iglesia de Mari Guirguis, situada en la parte egipcia de Rafah.

El proyectil causó un pequeño incendio que fue sofocado por bomberos, policías y vecinos que acudieron al templo tras el ataque. Este suceso ocurre en un momento de inestabilidad política en Egipto por las revueltas populares contra el régimen de Hosni Mubarak, iniciadas el pasado 25 de enero. En la mañana de ayer se registró una explosión en uno de los gasoductos principales de la ciudad de Al Arish, a unos 45 kilómetros de Rafah, en una acción que fuentes oficiales no descartaron que pueda ser un sabotaje.

Además, un grupo de beduinos lanzó ayer granadas contra un cuartel de la seguridad del Estado también en Al Arish, mientras que el 29 de enero pasado doce personas murieron en un intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad. A ello se suman los ataques recientes a cristianos en Egipto, el más grave el atentado contra una iglesia en Alejandría.