LA administración del presidente de EEUU, Barack Obama, y en su nombre el vicepresidente Joe Biden, negocia con altos cargos de Egipto la dimisión inmediata del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y la transferencia del poder a las fuerzas democráticas, informó ayer el portavoz oficial del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, Tommy Vietor. "Hemos negociado unas variantes de la transferencia del poder, pero la decisión final la debe tomar el pueblo de Egipto", indicó, recordando que antes el presidente de EEUU, Barack Obama, exhortó a las autoridades egipcias a iniciar la transición inmediata del poder mediante negociaciones con todas las formaciones políticas incluidas las opositoras. A pesar de que Mubarak se opone a dimitir a su cargo "enseguida", oficiales de EEUU y Egipto trataron un plan según el cual el vicepresidente egipcio, Omar Suleimán, con el apoyo del jefe del ejército, Sami Anan, y el ministro de Defensa, Mohamed Hussein Tantawi, podrían formar el gobierno transitorio e iniciar reformas constitucionales, informó anteriormente el periódico norteamericano New York Times.
Según el diario, el plan incluye la invitación al gobierno de coalición a varios grupos opositores, incluidos los prohibidos Hermanos Musulmanes, para restablecer cuanto antes el sistema electoral de Egipto y celebrar comicios libres e imparciales en el próximo mes de septiembre. Pero no es el único plan de Washington para Egipto.
La Casa Blanca tiene varios guiones de la transferencia del poder en el país que no está negociando con el presidente Mubarak sino directamente con los altos cargos egipcios para que convenzan al presidente a dimitir a su cargo, añade New York Times. EEUU sigue insistiendo en la transferencia inmediata del poder a las fuerzas democráticas y en la convocatoria de comicios presidenciales anticipados y llama a respetar los derechos humanos y frenar la violencia contra el pueblo y los medios de difusión.
La víspera, el vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, en una conversación telefónica llamó a Omar Suleimán a iniciar inmediatamente las negociaciones sobre la transferencia del poder al gobierno democrático.
Las presiones recibidas desde Israel y las responsabilidad de Washington, por el hasta ahora incondicional apoyo a Hosni Mubarak, hace que EEUU lidere las presiones internacionales para forzar el cambio en el país de los faraones. La Casa Blanca está poniendo especial empeño en que la transición no desestabilice todo Oriente Medio e incluso todo el mundo árabe. De ahí que su inicial apoyo a El Baradei ha quedado aparcado para asegurarse el apoyo del Ejército egipcio.