Madrid. La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó ayer que España "ha hecho sus deberes y va por muy buen camino" con las últimas reformas puestas en marcha y subrayó que es "muy positivo y muy tranquilizador" para los mercados que hayan sido apoyadas por los sindicatos y la patronal. De todas maneras la canciller germana no llegó ayer a España sólo a alabar el trabajo de Zapatero, también vino a marcar el camino a seguir y abrió un debate que podría marcar el futuro de la negociación colectiva: eliminar las cláusulas de revisión salarial y no vincular los salarios a la evolución de la inflación. En otras palabras, que las subidas salariales no tienen por qué asumir el IPC sino ir parejas a los índices de productividad de las empresas.
Ante tal propuesta los sindicatos mayoritarios saltaron. Tanto el secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, como el de UGT, Cándido Méndez (ambos en la recepción oficial a Merkel), consideraron "un error" que los salarios dejen de referenciarse como hasta ahora y pasen a depender sólo de la productividad. Junto con el presidente de la Confederación de sindicatos alemanes (DGB), Michael Sommer, ambos rechazaron ese planteamiento que supondría, en la práctica, eliminar las cláusulas de garantía salarial, las cuales evitan las pérdidas de poder adquisitivo para los trabajadores. Ante las palabras de Merkel Sommer respondió: "Espero que la canciller no venga a decirle a España qué es lo que tiene que hacer".
Así las cosas hubo de ser el propio Zapatero quien terciara. Aclaró que la negociación colectiva debe ser discutida por empresarios y sindicatos, y añadió, sin entrar en el debate, que posibilitar esa interlocución debe ser "el papel del Gobierno".
piropos En el capítulo de alabanzas y ante el propio Zapatero, Merkel reiteró que no cabe hacer ningún tipo de especulación sobre un posible rescate financiero a España "porque va por muy buen camino y los mercados toman buena nota". En su opinión, todas estas especulaciones "no son útiles, ni positivas" y animó a que cada país haga sus tareas.
Merkel afirmó que las relaciones de Alemania con España son muy buenas y ensalzó "las grandes cosas y logros importantes" que está consiguiendo España, "con unas reformas que permiten cambiar su rumbo hacia un ámbito más positivo". Así, valoró el hecho de que muchas de esas reformas se pongan en marcha con la cooperación de los empresarios y de los sindicatos, "lo que mejora su aceptación". La canciller germana animó al resto de Europa, incluida Alemania, a seguir los pasos de España y destacó su apuesta por la innovación.
Por su parte, Zapatero destacó que España es un país que "cumple con sus compromisos y con sus deberes". Esta afirmación la sustentó en el hecho de la firma del pacto social, "que contó con el fuerte respaldo de la voluntad reformista e innovadora de los empresarios y de los sindicatos". El objetivo con ello, continuó, es que España esté en los niveles de competitividad y productividad en los que debe estar, "entre los mejores de Europa".
El presidente español coincidió con Merkel en la necesidad de que los socios europeos coordinen sus políticas económicas y agradeció el respaldo de la canciller al euro y a Europa "en un año de dificultades" al tiempo que le ha instaba a continuar siendo el "sostén fundamental" de la moneda única.
Además de los asuntos económicos, Merkel y Zapatero hablaron de varios asuntos y entre ellos el de la situación en Egipto. Antes de la cumbre, la canciller fue recibida por en el Palacio de la Zarzuela por el rey, con quien también repasó la situación económica en la UE.