vitoria. Las primeras conclusiones de la Comisión de investigación parlamentaria del caso Miñano, las referentes a las pesquisas sobre las contrataciones de las empresas vinculadas a la supuesta trama con el Departamento de Cultura y al supuesto espionaje a políticos alaveses, sirvieron a los grupos para cerrar filas en torno al presidente de este foro parlamentario, Juanjo Agirrezabala, cuyo enfrentamiento con el PNV ha ido creciendo en intensidad en las últimas semanas.

Los jeltzales consideran que el también portavoz de EA mide con un "doble rasero" a los grupos presentes en la Comisión, especialmente en lo referente a las filtraciones de sus deliberaciones, y han acusado en varias ocasiones a Agirrezabala de no convocar correctamente a los comparecientes, como muchos de ellos también criticaron.

El análisis del primer mes de trabajo defiende sin embargo tanto el trabajo de la presidencia como "la pulcritud" en las citaciones y el recibimiento a los comparecientes. La Comisión "no acepta" las críticas hacia la presidencia y recuerda que ésta se constituyó fruto de la "voluntad política mayoritaria" del Parlamento.

En sus conclusiones, los grupos también inciden, en la línea que ya expuso Agirrezabala ante los medios, en la necesidad de que las personas citadas acudan al Parlamento como establece la Ley, y recuerda además a los miembros de la Comisión que deben mantener la confidencialidad de los debates de este foro.

Sin embargo, los grupos sí defienden que los medios de comunicación puedan acceder a la información que no sea secreta, tanto en lo que afecta a las declaraciones de los miembros de la Comisión como a la documentación con la que se trabaja.

En las conclusiones elaboradas el pasado 26 de enero por la Comisión también se asegura que la investigación parlamentaria no interfiere en la que llevan a cabo los tribunales, se lamenta que la escasa colaboración de los comparecientes haya retrasado los trabajos y reclama respeto hacia la institución.