madrid. Para la primera sesión de control del año en el Congreso, el PP eligió el paro como argumento de ataque al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, mientras al vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, trató de acosarlo con cuatro preguntas lanzadas desde varios frentes: reformas económicas, caso Matsa, caso Faisán y agresión al consejero de cultura de Murcia.
El líder del PP, Mariano Rajoy, exhortó a Zapatero a hacer "algo" para combatir el "escándalo" del paro juvenil, que ya alcanza el 43,6% entre los menores de 25 años, datos que el jefe de la oposición considera "insoportables". Zapatero por su parte se defendió explicando que éste es un problema de "razones estructurales en tiempos de crisis" y aunque defendió las medidas del Ejecutivo para combatirlo, como la reforma laboral, también reconoció que "no va a ser fácil" reducir esos índices. Añadió que con el PP la tasa de paro juvenil estaba también en el 30%.
Ante esta respuesta Rajoy detectó "resignación" en la aptitud del presidente y advirtió de que el retroceso en el empleo juvenil ha sido tan "brutal" que hará muy difícil que los jóvenes vuelvan al mercado de trabajo. El dirigente del PP, que el fin de semana aseguró en la convención de su partido en Sevilla que España "tiene sed de urnas", señaló finalmente a Zapatero que "queda poco ya para el final de esta legislatura", y le emplazó a actuar.
ataques El siguiente objetivo del PP fue el vicepresidente Pérez Rubalcaba, al que la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, preguntó por qué se empeña en "machacar" a las clases medias. La mandataria popular le acusó de predicar austeridad, pero "en bolsillo ajeno, esto es, en el de los pensionistas o las familias, o dicho de otra forma, en esas clases medias que levantarían la economía del país si no fuera porque el Gobierno no les deja levantar cabeza". La portavoz remató su faena con una andanada hacia el peso político del número dos del Ejecutivo socialista. "De todo eso empieza usted a ser tanto o más responsable que el presidente Zapatero", le advirtió, pensando tal vez en que su interlocutor podría ser el oponente a Rajoy en 2012.
Para su réplica, Rubalcaba tiró de ironía. Así, se acordó de la convención de Sevilla, por cuya ausencia de propuestas concretas han criticado los socialistas al partido de Rajoy. "Usted que se preocupa por las clases medias estará contenta, le voy a dar una buena noticia: yo noté a las clases medias por la tarde del domingo alborozadas, contentas, satisfechas, leían y desgranaban una tras otra las propuestas que ustedes les habían dejado".