vitoria. Las autoridades iraquíes han aprobado el viaje del juez Santiago Pedraz a Bagdad para investigar sobre el terreno la muerte del cámara de Telecinco José Couso y han designado al juez Shibad Ahmed para acompañar a la delegación judicial española que se desplazará próximamente a Irak y a la que la Fiscalía anunció que no se uniría.
En una providencia notificada ayer, Pedraz explica que las "altas autoridades iraquíes (incluida la judicial)" han aceptado "la práctica de la diligencia con prestación de auxilio judicial (presupuesto que el Ministerio Fiscal en su informe estimaba no cumplido y con ello considera inviable legalmente desplazar a un representante)". Por ello, le remite la providencia a las partes y al fiscal Jesús Alonso para que éste vuelva a informar sobre su disposición a acompañar a la delegación judicial en este viaje, aunque le recuerda que el pasado 18 de enero ya le comunicó que la embajada de Irak en España le había ofrecido la máxima colaboración.
Pedraz conoció que contaba oficialmente con el visto bueno de Irak a través de la directora general de cooperación jurídica internacional, que le comunicó la aprobación de las autoridades iraquíes para esta visita a través de una nota remitida por el Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país.
dudas La Fiscalía dudaba de la legalidad del traslado, al entender que las autoridades iraquíes no habían autorizado "la ejecución en su territorio de la comisión rogatoria librada" en 2008 y 2010, en la que se incluye la diligencia de reconocimiento judicial e inspección ocular de los hechos. Hace unas semanas, el Ministerio de Justicia advirtió también al magistrado de los "riesgos existentes en materia de seguridad", ya que las autoridades iraquíes no se habían comprometido a colaborar en ese aspecto, y la directora general de Cooperación Jurídica Internacional, Aurora Mejía, le transmitió su "altísima preocupación" por el viaje.
Desde que en octubre de 2005 Pedraz asumió la investigación de la muerte de Couso en la guerra de Irak el 8 de abril de 2003, el magistrado ha ordenado tres veces la busca y captura de los tres militares estadounidenses imputados.