BARAKALDO. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha anunciado hoy que la Ertzaintza adoptará "todas las medidas" posibles para evitar "coacciones" en la jornada de huelga general de mañana tras el "mal precedente" de los ataques a varias entidades financieras registrado anoche en Bilbao.
La jornada de huelga general está convocada por las centrales nacionalistas ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e HIRU en contra de la reforma de las pensiones y cuenta con el apoyo de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba, además de otros sindicatos como ESK y CGT.
Anoche cuatro encapuchados destrozaron con bates los cristales de una sucursal de la BBK en Bilbao, donde realizaron una pintada en apoyo a la huelga general, y los cajeros automáticos de otras cinco oficinas bancarias fueron pintados.
En declaraciones a los periodistas en Barakaldo, Ares se ha mostrado convencido de que "va a haber un intento de que la huelga salga adelante a través de medidas de coacción y desde luego se adoptarán todas las medidas para que eso no ocurra".
"Es un mal inicio y un mal precedente si lo que pretenden los convocantes y los que apoyan la huelga es conseguir adhesiones provocando actos vandálicos", ha aseverado el consejero de Interior.
En su opinión, "propiciar actos vandálicos es el peor camino para defender con argumentos una huelga y probablemente la gran dificultad que tengan los convocantes es que tienen pocas razones para sostener la convocatoria de huelga, especialmente cuando el diálogo entre sindicatos y empresarios está abierto y cabe la posibilidad de alcanzar algún acuerdo".
Ares ha declarado que la Ertzaintza garantizará mañana el derecho de los convocantes a informar de la huelga, pero también "que todos los servicios funcionen si hay quien quiera prestarlos y que todo el mundo pueda ir a trabajar si lo considera oportuno".
El consejero ha recordado que ésta es la tercera huelga general convocada por ELA y LAB en dos años, lo que "pone de manifiesto que en ningún caso están dispuestos a buscar el diálogo y la negociación" y que su objetivo es ser la "vanguardia" de quienes buscan "desgastar" al Gobierno Vasco, "como han querido hacer desde el primer día".
"El país no necesita huelgas, y menos huelgas generales, sino que hay que trabajar juntos para salir de la crisis y volver a crear empleo, ha manifestado.