vitoria. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, exigió ayer que se cree una comisión parlamentaria para ampliar la investigación del caso Telleria al esclarecimiento de la presunta vigilancia a la que también fue sometido el lehendakari Ibarretxe para los servicios secretos españoles, según la declaración que un exmilitar y excargo de la Ertzaintza, también colaborador del CNI y testigo de cargo de la supuesta trama de espionaje, ofreció ante el juez y el fiscal y a cuyo documento íntegro de audio ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Después de haber tenido que salir un día tras otro al paso de las críticas que vinculaban a su partido con la puesta en marcha de una presunta trama de espionaje en Álava, Urkullu decidió ayer pronunciarse a través de su blog personal para extender las críticas y el rechazo de estas presuntas investigaciones extraoficiales a la nueva trama que ahora ha quedado desvelada.

"espiar es asqueroso" De esta forma, si ante el presunto espionaje que se acusa de poner en marcha a su exburukide Aitor Tellería no dudó en cargar las tintas hasta tachar estas prácticas "asquerosas e indecentes", además de "ilegales", ahora subraya que, de confirmarse, este nuevo caso sería igual de "repugnante" y, lo que es más; estaría revestido de una especial "gravedad", por cuanto trasciende el ámbito partidista hasta convertirse en una evidencia del "menosprecio" que algunos estamentos españoles aún seguirían mostrando ante el autogobierno vasco. "El PNV redobla el posicionamiento público" que ha mantenido hasta la fecha "ante otros hechos" que son "repudiables", aseguró Urkullu, antes de subrayar que la actitud de su partido "es hoy la misma que ayer".

el reto de ser consecuentes Una vez explicada la contundente actitud con la que el PNV recibió ayer esta noticia, Urkullu miró a sus adversarios políticos para trasladar hasta su tejado la pelota caliente en que se puede convertir el análisis de las responsabilidades políticas que se pueden desprender de este presunto espionaje. "Espero mucho de los responsables de que esta situación haya podido producirse", aseguró Urkullu, sobre todo de "quienes no dudamos de que van a calificar estos hechos como un abuso, de quienes apreciarán que algo huele mal en este caso, de quienes pedirán ceses y dimisiones", añadió parafraseando los últimos embates con los que sus adversarios han mantenido un "acoso permanente" sobre el PNV para "ensuciar" su imagen. "A estas fuerzas políticas se les presenta una ocasión inmejorable de obrar en consecuencia", advirtió.

Sólo el parlamentario socialista Oscar Rodríguez cogió su guante, pero para rechazar su invitación. "Aquí parece que ahora se quiere investigar la muerte de Manolete", respondió, antes de pedir al PNV que deje de lanzar "cortinas de humo" y colabore con las investigaciones.