tirana. Al menos tres personas murieron ayer en enfrentamientos entre la Policía y manifestantes de la oposición socialista que protestaban en el centro de Tirana, la capital de Albania, contra la "corrupción generalizada" en el gobierno del primer ministro conservador Sali Berisha, según medios locales. Además, al menos uno de los 22 manifestantes y 17 policías heridos está grave. Las víctimas, según Sami Koceku, director del hospital militar de Tirana, "fueron tiroteadas desde cerca". La policía abrió fuego contra los manifestantes cuando grupos de personas intentaban asaltar la sede gubernamental. La situación continuaba siendo tensa durante la noche.

Los manifestantes habían arrojado piedras y cócteles molotov contra los agentes del orden que se encontraban custodiando la entrada del edificio. Las puertas de la sede fueron echadas abajo y varios árboles del patio empezaron a arder. Además, varios vehículos policiales fueron incendiados y el centro de la ciudad fue cubierto por una densa humareda. Uno de los miembros del Partido Democrático de Berisha, Mesile Doda, describió los incidentes acontecidos como un intento de golpe de Estado por parte de la oposición socialdemócrata y acusó directamente a su líder Edi Rama.

policía "poco profesional" Rama pidió calma a sus seguidores, aunque planteó que los manifestantes habían sido provocados por las gases lacrimógenos y los camiones de agua a presión de la Policía, a la que calificó de "poco profesional".

Por su parte, el presidente Bamir Topi, hizo un llamamiento a la calma y urgió a los líderes políticos a sentarse a dialogar. La oposición socialista había convocado protestas pacíficas contra "la corrupción generalizada" del gobierno de Berisha. Pero el clima acabó por volverse violento cuando los manifestantes empezaron a lanzar piedras a la Policía.