vitoria. Tras varias semanas en las que la porosidad de la Comisión de investigación del caso Miñano ha cargado de argumentos a los comparecientes para no declarar ante los parlamentarios -algunos incluso han apelado a la protección del Ararteko, que ya ha anunciado que no intervendrá-, ayer la presidenta del Legislativo vasco, Arantza Quiroga, tomó cartas en el asunto. Además de mostrarse favorable a levantar el secreto de las comisiones de investigación, un asunto que van a abordar los grupos en las reuniones que mantienen para reformar el Reglamento de la Cámara, lanzó una advertencia.

"Si tenemos la capacidad de ir a la Fiscalía si una persona llamada a la Comisión no va, también la tenemos para hacerlo si no se respeta el secreto", amenazó Quiroga, quien afirmó haber estado tentada de acudir a la Justicia ante las filtraciones que se han dado en la investigación del caso Margüello. "Me gustaría no tener que llegar a ese punto", explicó la presidenta, que pidió "responsabilidad" a los parlamentarios para "dar una imagen de seriedad" frente al "despropósito" que a su juicio se está produciendo.

El debate sobre las filtraciones a la prensa se produjo después de que el pasado lunes Aralar anunciara que abandona la Comisión del caso Miñano hasta que deje de salir información confidencial a los medios. Ayer su portavoz en este foro, Mikel Basabe, lanzó una propuesta para acabar con la polémica, la misma que defiende Quiroga. "La fórmula más directa para evitar que se produzcan filtraciones" es que la Comisión no sea secreta. En ese sentido, Basabe abogó por adoptar el ejemplo del Parlamento navarro, donde las comisiones sólo lo son si lo piden los comparecientes o algún grupo político.

Basabe advirtió, sin embargo, de que la reforma del Reglamento lleva sus tiempos y de que la medida no se podría aplicar en la Comisión del caso Miñano. Eso sí, la idea cuenta con el respaldo de todos los grupos mayoritarios.

declaración en comisaría El tema de las filtraciones ha sido denunciado por buena parte de las personas citadas a declarar por el Parlamento, entre ellas los dos ertzainas imputados por el presunto espionaje a políticos alaveses, que declararon ayer en la comisaría de la Ertzaintza de Lakua, hasta donde se desplazaron los miembros de la Comisión. La Cámara atendía así a la solicitud de los policías de que se preserve su imagen. Ambos leyeron un texto, en apenas cinco minutos, en el que reiteraron su inocencia y criticaron que se desvele el contenido de las reuniones, razón por la cual se negaron a responder a las preguntas de la Comisión parlamentaria.

Por otro lado, la Comisión del caso Zambrana, la vertiente del caso Miñano que investigan las Juntas Generales alavesas, ha citado a declarar a los representante de la empresa Sidepur, que medió en la fallida recalificación urbanística de esta localidad para construir un polígono industrial, y de Riera Urbanizer, empresa interesada en invertir en la operación.