Durango. Después de haber utilizado su blog personal para mostrar su total rechazo y distanciamiento de la presunta trama de corrupción y espionaje en la que están imputados algunos miembros de su partido en Álava, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu quiso ayer reiterar su postura ante la plana mayor jeltzale. Por eso, alzó su voz -en el sentido literal- para dejar ver el rechazo que las conductas ilícitas provocan en el seno de un partido cuya militancia se sumó a la repulsa que ese tipo de comportamientos genera en ella acompañando el discurso de Urkullu con sonoros aplausos. Más sonoros aún en los calificativos que dedicó el presidente del EBB a esas prácticas "indecentes, chapuceras y asquerosas" y cuando aseguró estar seguro de que todos los presentes compartían con él que espiar y valerse de información personal para su utilización política es ética y políticamente reprobable.
"Podemos poner fuerza en símiles como bolsillos de cristal. Yo quiero que pongamos en valor la palabra y el compromiso, el concepto y su ejercicio. El PNV es honradez y transparencia. Y todos tenemos que ser honradez y transparencia", exclamó, tras haber hecho ese llamamiento a mantener esos dos valores. "Honradez y transparencia son los valores del PNV, los que nos han traído hasta aquí. Y los que vamos a legar al futuro. Están escritos en la primera línea de todos nuestros programas. Es nuestro compromiso y nadie lo va a truncar, porque nadie se lo va a permitir. El PNV es honradez y transparencia. Desde hoy, todos los candidatos que estáis aquí sois la cara y la imagen del PNV. Estáis comprometidos con Euskadi. Y estáis comprometidos con el PNV, con los valores compartidos por todos quienes seamos cargos institucionales en y del PNV, con la responsabilidad social y buen gobierno del PNV", argumentó.
críticas del PSE A pesar de esta contundencia en la condena de cualquier conducta ilícita en la política, los socialistas vascos mantuvieron críticas contra el PNV.
Tanto la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, como el secretario general del PSE de Gipuzkoa, Iñaki Arriola, -que, siguiendo el paso del PP pidió que "rueden cabezas" mantuvieron la sombra de duda sobre el PNV en su conjunto. Pero el más beligerante fue el parlamentario Oscar Rodríguez, que acusó a Urkullu de "hablar mucho y hacer poco".