cada vez que ETA difunde un comunicado, su lectura se convierte casi en un jeroglífico difícil de descifrar por su semántica calculada. Sin embargo, si bien muchos de estos pronunciamientos han respondido a coyunturas o emplazamientos concretos -como la última llamada sin precedentes que le dirigió la propia izquierda abertzale histórica, junto a los firmantes del Acuerdo de Gernika-, ETA siempre ha mantenido su norte ideológico y estratégico. Éste último con una evolución o adaptación más o menos constante a los distintos tiempos, como marcan sus distintos proyectos, desde las bases aprobadas en la V Asamblea (1966-1967) hasta Zutik Euskal Herria (2010), documento que nace de las bases del MLNV y al que la organización armada viene mostrando tímida y gradualmente su apoyo comunicado tras comunicado.
Precisamente, la unilateralidad de esta última apuesta estratégica impulsada, sin tutelaje alguno de ETA, por la izquierda abertzale histórica, es lo que constituye el gran punto de inflexión respecto a anteriores hitos -Acuerdo de Lizarra (1998), Declaración de Anoeta (2004), preacuerdo de Loiola (2006)-. Y es que el compromiso expresado en Zutik Euskal Herria en favor de las vías exclusivamente políticas es continuista; sigue la estela de anteriores propuestas por las vías pacíficas, pero no su carácter unilateral y vocación de irreversibilidad.
Haciendo un repaso histórico de las distintas expectativas estratégicas de ETA a lo largo de sus cincuenta años de actividad habría que diferenciar, al menos, siete fases con distintas estrategias y un objetivo común: la consecución de un Estado vasco independiente y socialista.
la v asamblea (1966-1967)
El "abc" ideológico de ETA
Desde su fundación en 1959 hasta 1966 tuvieron lugar en ETA cuatro Asambleas. Si bien todas ellas tuvieron su interés en la medida en que se iban delimitando el espectro y la coherencia ideológica de la organización armada, es la V Asamblea -que se desarrolló en dos fases- la que marcaría profundamente su futuro. Así lo expresaba el ya fallecido Jokin Gorostidi, ex militante de ETA e histórico de HB, en el monográfico que Punto y Hora dedicó a ETA en su 25 aniversario: "Esa parte de la Asamblea -la segunda celebrada en 1967- fue muy importante teniendo en cuenta que en ella la Organización se consolidó ideológicamente al dotarse de una teoría revolucionaria y ser creados los cuatro frentes, político, cultural, socioeconómico o de tesorería, y militar".
Las posiciones ideológicas aprobadas en la V Asamblea de ETA se resumirían en la defensa de una Euskadi "independiente, reunificada, socialista y euskaldun". En este documento, la organización habla del ejercicio de autodeterminación como un derecho inherente al "pueblo de Euzkadi"; aboga por una ideología y conciencia de clase y apela a una "Revolución Vasca" para lograr sus objetivos. No hay que olvidar que el marxismo fue la base de los análisis que dieron cuerpo a la línea político ideológica de ETA.
la alternativa kas (1976)
Nace la coordinadora abertzale
Una década después de la V Asamblea de ETA, se presentó oficialmente en Iruñea la conocida como Alternativa KAS. Fue el 30 de agosto de 1976, pocos meses después de la muerte del dictador Franco. Precisamente, en esas fechas nació la Koordinadora Abertzale Socialista (KAS) con el objetivo de coordinar y aglutinar las diversas agrupaciones que habían surgido en torno a ETA: ETA pm y ETA m V Asamblea, los partidos EHAS y HASI y los sindicatos LAK y LAB.
En 1977, durante la celebración de la Mesa de Alsasua, de la que surgió Herri Batasuna (HB), las agrupaciones políticas que integraban KAS se organizaron en torno a HB para participar en las elecciones democráticas. Todas ellas asumieron los cinco puntos de la Alternativa KAS, cuyo contenido fue actualizado por ETAm a principios de 1978: "amnistía total para los presos políticos y regreso de los exiliados; legalización de todos los partidos políticos, incluidos los independentistas; salida de Euskadi de la Policía y de la Guardia Civil; adopción de medidas para mejorar las condiciones de vida de las masas populares y especialmente de la clase obrera y, en quinto lugar, un Estatuto de Autonomía que abarque, entre otros requisitos, el reconocimiento de la soberanía nacional de Euskadi y derecho de autodeterminación, incluido el derecho a la creación de un Estado propio, y los poderes suficientes para que el pueblo vasco pueda dotarse de las estructuras sociales, políticas y económicas que considere más convenientes para su progreso".
Estas bases se convirtieron en el programa político de mínimos de la izquierda abertzale histórica, entre cuyos impulsores destacó Xabier Alegría, hoy en prisión acusado de pertenecer a ETA. Asimismo, en las conversaciones de Argel (1989) entre ETA y el Gobierno español, la interlocución vasca preparó un extenso trabajo sobre la inclusión de los puntos de la alternativa en el ordenamiento jurídico español. Pero el fracaso de las conversaciones abortó cualquier posibilidad.
la alternativa democrática (1995)
Dos marcos de negociación
En 1995, los diversos grupos que componían el conjunto de la izquierda abertzale iniciaron un debate sobre la readecuación de la Alternativa KAS, al igual que sucediera en 1978 y sobre la base de los cambios que se habían producido en el contexto político y social vasco. "La alternativa KAS surgió como un acuerdo de condiciones mínimas para superar el conflicto político. Tras la lucha de veinte años y dado que las condiciones políticas, económicas y culturales han cambiado, la actualización de la alternativa KAS se ha convertido en un quehacer necesario", afirmaba ETA en un manifiesto difundido el 20 de abril de 1995.
Aquel debate se centró en dos cuestiones, la primera sobre la necesidad de impulsar una "solución negociada" entre ETA y el Estado español, y la segunda, sobre la necesidad de alcanzar un acuerdo entre las fuerzas vascas.
Para el primer marco de negociación, la nueva alternativa, conocida como Alternativa Democrática, ponía sobre la mesa el reconocimiento de Euskal Herria, en especial del derecho de autodeterminación y de la unidad territorial, así como la apertura de un proceso democrático del que se garantizasen sus resultados. Y en el segundo marco, se planteaba negociar un acuerdo entre vascos que abarcaría además de la ejercitación del derecho de autodeterminación, la formulación de la unidad territorial y la nueva organización institucional vasca, el papel de la Ertzaintza, la educación y el euskera, entre otras materias. La condiciones mínimas para llevar adelante estos dos procesos eran la amnistía total, la marcha de las fuerzas de seguridad del Estado español y el alto el fuego de ETA.
acuerdo de lizarra-garazi (1998)
Alto el fuego "indefinido"
El norte estratégico de ETA, con la misma aspiración de alcanzar la independencia de Euskal Herria, siguió su evolución con nuevas apuestas, alianzas y actores. La organización declaró por primera vez en su historia un alto el fuego "indefinido y sin condiciones" apenas unos días después de la firma del Acuerdo de Lizarra (12 de septiembre de 1998). Pacto que supuso la consolidación de la vía del diálogo para la superación del conflicto y el principio de la colaboración y acumulación de fuerzas nacionalistas que daban por agotado el marco estatutario.
Además de los sindicatos abertzales ELA y LAB, que tuvieron un papel importante en el proceso de Lizarra, suscribieron aquel acuerdo todas las fuerzas políticas nacionalistas, incluido el PNV, así como EB, otras centrales sindicales y distintas asociaciones cívicas.
El acuerdo de Lizarra estableció las claves de la resolución del conflicto en los siguientes términos: "Ello conlleva que una negociación resolutiva no comporte imposiciones específicas, respete la pluralidad de la sociedad vasca, sitúe todos los proyectos en igualdad de condiciones de consecución, profundice la democracia en el sentido de depositar en los ciudadanos de Euskal Herria la última palabra respecto a la conformación de su futuro y se respete la decisión por parte de los estados implicados". Lamentablemente, ETA, con su vocación de vanguardia, decidió poner punto y final al Acuerdo de Lizarra en el año 2000.
de anoeta (2004) a loiola (2006)
Principio de la "unilateralidad"
Roto el acuerdo parlamentario entre el PNV y Euskal Herritarrok (EH), tuvieron que transcurrir cuatro años hasta que la izquierda abertzale histórica presentó su nueva apuesta política. Para entonces, la ilegalización de Batasuna ya era un hecho. En el velódromo donostiarra, el portavoz abertzale Arnaldo Otegi hizo pública de forma solemne la conocida como Declaración de Anoeta.
Esta declaración supuso un antes y un después en el recorrido estratégico del MLNV, ya que a partir de este pronunciamiento en favor de las vías exclusivamente políticas y democráticas, la izquierda abertzale oficial comienza a marcar cierto protagonismo frente al continuo tutelaje de ETA. Igualmente, en la negociación política que se desarrolló dos años después en el santuario de Loiola, Batasuna trata de nuevo de tomar las riendas.
ETA no consintió que Batasuna le arrebatara su liderazgo político y voló por los aires -con el atentado de la T-4- el preacuerdo de Loiola (2006), en el que se plasmaba el reconocimiento del derecho a decidir y una solución a la cuestión territorial a través de la creación de un órgano institucional común para los cuatro territorios de Hego Euskal Herria, si así lo decidía su ciudadanía.
ZUTIK EUSKAL HERRIA (2010)
¿Batasuna se "independiza"?
Entre 2006 y 2010, la izquierda abertzale tradicional pasa prácticamente al ostracismo político tras la ilegalización sucesiva de sus siglas, avalada por el propio Tribunal de Estrasburgo. Con esta complicada situación, Arnaldo Otegi y otros dirigentes de la izquierda abertzale tradicional comienzan en 2008 a trabajar -asesorados por el abogado sudafricano Brian Currin- en el impulso de un debate interno para definir su estrategia de futuro, que se recogerá en el documento Zutik Euskal Herria, presentado en febrero de 2010 tras la conocida como Declaración de Altsasu (2009). Es precisamente entonces cuando comienza a visualizarse un distanciamiento entre la izquierda abertzale y ETA. Concretamente, en las elecciones europeas.
En cualquier caso, la novedad de Zutik Euskal Herria radica en su unilateralidad. Su contenido surgió de y para las bases, y ETA parece estar asumiendo la apuesta gradualmente. Primero, con el cese de las "acciones armadas ofensivas" el 5 de septiembre y el lunes, con un alto el fuego "permanente, general y verificable internacionalmente".
Entre tanto, la izquierda abertzale oficial sigue a día de hoy empujando para hacer irreversible el "proceso democrático", consolidar su liderazgo político y garantizar su vuelta a las instituciones, desde las que pretende lograr el mismo objetivo que ETA, el mismo norte: un Estado vasco independiente y socialista.