vitoria. Una de las preguntas del millón de las últimas semanas es si José Luis Rodríguez Zapatero será o debiera ser el candidato del PSOE dentro de un año. ¿Cuál es su apuesta?
No es que no quiera contestar, sino que no me quita el sueño. Porque no depende ni de mí ni de los militantes que estemos opinando o dejando de opinar. Dejemos tiempo al tiempo, cuando corresponda esto se resolverá. Tenemos un año y poco de legislatura y lo que tenemos que hacer es resolver los problemas del país. Creo conocer al presidente del Gobierno, y él hará lo que más convenga y entienda que tiene que hacer.
El presidente tiene entre manos este mes el reto de sacar adelante la reforma del sistema de pensiones, una reforma mal vista por los sindicatos. ¿Qué pálpito tiene al respecto?
Si no intentas hacer acuerdos es bastante difícil llegar a ellos. A mí me parece que a día de hoy el camino por donde parece que va está siendo muy positivo. Sería deseable que hubiese un acuerdo con los agentes sociales, porque lo que tenemos que pensar es lo que pensamos hace 15 años, que lo recuerdo perfectamente porque era parlamentario. Lo que tenemos que hacer ahora no es pensando en quienes estamos a pocos años de obtener la jubilación, sino en nuestros hijos y nietos y garantizarles una seguridad. Hace 15 años fue muy criticado e incluso hubo alguna huelga general muy importante, pero ha quedado demostrado que teníamos razón, que para ganar el futuro tienes que ser valiente en el presente.
¿Ve posibilidades de lograr cierta complicidad, no digo ya un apoyo, por parte del PP en este tema?
No lo sé, escucho los discursos y creo que la posición que está demostrando el PP hasta el momento es no a todo.
El socio lógico en el Congreso para que la Cámara dé el visto bueno parece el PNV.
Tengo que decir que tanto PNV como CiU han sido siempre dos fuerzas políticas de altísima responsabilidad, que siempre han estado a la altura de las circunstancias en todas las grandes decisiones que hemos tomado. Es de justicia decirlo. Es curioso que dos fuerzas políticas que algunos les tildan de antiespañolas sean justamente los que empujan en la dirección de la responsabilidad para sacar los problemas del país.
Lo digo porque el PNV viene de firmar un acuerdo presupuestario clave para Zapatero (también para el propio PNV y para Euskadi), pero que se ha interpretado que dañaba la posición del Gobierno de Patxi López.
Yo entiendo que no. No creo que los ciudadanos perciban estas cuestiones como fracasos o como éxitos. Los ciudadanos nos exigen soluciones a los problemas. Discrepo de los estudios sociológicos: la que se ha apartado de los ciudadanos es la política, no al revés. Por eso veo que en una situación como ésta, de un país en dificultades, de una complejidad impresionante, para algunos es más fácil poner palos en la rueda y otros entienden que es mejor empujar a favor en beneficio de los ciudadanos, que es a los que nos debemos. Y eso no debilita a ningún gobierno. El ciudadano entiende perfectamente el papel de cada uno: el PNV está aquí en la oposición, y en Madrid tiene un papel que es el que cree que puede y debe hacer.
Luego no comparte la tesis del "ninguneo" de Zapatero a Patxi López.
Para nada. Para nada. Porque yo soy miembro de la dirección del PSE-EE y nosotros en todo momento le dijimos a Zapatero que tenía que haber presupuestos y que tenía que haber acuerdo.
Hablemos de Álava. Un sondeo conocido el viernes apunta la victoria del PNV pero dibuja el tradicional escenario de igualdad del territorio. ¿Cómo ve el horizonte electoral de mayo?
Está todo abierto y lo que nos toca es trabajar más si cabe para ser la primera fuerza política y ganar las elecciones, que las podemos ganar.
El lehendakari ha abogado por extender "el cambio" del Gobierno Vasco a diputaciones y ayuntamientos. ¿Lo comparte?
Voy a decir lo que he dicho siempre, entre otras cosas por respeto a los votantes. Hay que dejar a los ciudadanos que decidan. Lo que hay que hacer es salir a ganar, con un proyecto atractivo y que se visualice que merece la pena apostar por él. Perdernos antes en lo que hay que hacer o no, a mí me parece que no conduce a nada. Yo lo que quiero es el alcalde de Vitoria siga siendo Patxi Lazcoz y que la Diputación Foral de Álava la lidere Txarli Prieto. Que sean otros los que tengan que decidir si apoyan o no apoyan a Lazcoz y a Prieto, a otros les corresponderá.
Pues curiosamente Antonio Basagoiti ha descartado esta posibilidad, dice que no hay que apartar al PNV. ¿Está preparando el terreno a futuras estrategias derivadas de las elecciones generales de 2012?
Yo no le voy a enmendar la plana al señor Basagoiti, porque es el presidente de un partido y él sabe lo que tiene que hacer. Lo que ha demostrado el PSE es que nunca hemos tenido fijación contra nadie, ni contra el PP ni contra el PNV. Sobre todo, las decisiones que hemos tomado las hemos podido explicar y las han entendido los ciudadanos. Y a mí me parece que no tener fijación contra alguien es un factor muy positivo.
Los sondeos, del propio Gobierno Vasco incluso, no parecen reflejar una valoración muy positiva de la ciudadanía sobre el Ejecutivo.
Veamos el final del recorrido. Veamos qué nota ponen los ciudadanos cuando lleguen las elecciones. Lo dicen hasta los propios nacionalistas, que el nivel de normalidad y de asentamiento alcanzado por este Gobierno ni tan siquiera se lo creían ellos, otra cosa es que no lo digan en la plaza de los pueblos. Lo importante es, yo pregunto: ¿dónde están los puntos negros de este Gobierno? No los hay, se puede estar más o menos de acuerdo en su gestión, pero no tiene fracasos en su gestión.
Hay un horizonte electoral muy próximo, ¿no les preocupa que ese descontento se refleje en las urnas?
El PSE va a tener un gran resultado en las municipales y forales, un gran resultado. Sin lugar a dudas.