vitoria. Cuando los responsables de Gizaker realizaron en noviembre el trabajo de campo para confeccionar el estudio sociopolítico de Álava, diferentes voces apuntaban hacia un nuevo comunicado de ETA que podría ofrecer una renovada visión de los pasos en el seno de la organización terrorista. A finales de noviembre el último mensaje publicitado por la banda armada cumplía dos meses de vigencia y recogía el cese de actividades ofensivas, a pesar de que la extorsión seguía siendo una tónica general, según denunciaban los empresarios vascos.

Con este escenario, los encuestados en el sondeo encargado por la Diputación foral mostraban serias reticencias sobre el fin definitivo de la violencia y la mayoría (43,8%) consideraba que la tregua de ETA se iba a frustrar. Por el contrario, y también sin conocer el contenido del comunicado emitido por la organización terrorista el 10 de enero, donde incluía en su alto el fuego los adjetivos "permanente, general y verificable", el 32,8% estimaba que el parón de las actividades violentas iba a ser definitivo.

Este mismo porcentaje caía cinco puntos entre las personas mayores de 60 años que participaron en el sondeo, mientra que este optismiso sobre el fin definitivo de la violencia alcanzaba casi al 39% de los encuestados con edades comprendidas entre los 46 y los 60 años.

El futuro de ETA también protagoniza otro apartado del informe que cuestiona acerca del tiempo que transcurrirá hasta el último adiós a la armas. Casi la mitad de los ciuidadanos (45%) se acoge al "no sabe, no contesta", aunque entre los que sí emitieron una opinión el 22% vaticinó que en el plazo de uno a cinco años la paz será una realidad en Euskadi.