madrid. "España está intervenida de hecho por la situación (económica) límite en la que se encuentra y sólo falta que sea intervenida de derecho". Quien pronunció ayer estas palabras fue el expresidente del Gobierno por el PP, José María Aznar, el mismo que cobrará 200.000 euros por asesorar a Endesa, el mismo que ya cobra 80.000 del Estado y el mismo que recibió 171.300 euros del magnate de la comunicación Rupert Murdoch. Pues para el exlíder de los populares, que ayer inauguró en León la I Cumbre del PP en el Exterior, el culpable de esa inviabilidad de la economía española no es otro que su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo Gobierno "es incapaz de tomar decisiones y de gobernar", por lo que "desde fuera hay que imponerle las normas". Un Ejecutivo "incompetente e insolvente" que, a su juicio es "el peor de la democracia".
Para Aznar España está aplicando unas medidas y unas reformas porque tiene que acatar "unas obligaciones", algo que, en su opinión, supone que el país "está intervenido de hecho". "La cuestión es si España va a poder evitar ser intervenido de derecho".
Y en el mismo saco el expresidente aprovechó para meter el discurso de la unidad nacional. A su juicio se impone una reforma de la ordenación territorial porque "España no da para tener 17 instituciones (por las Autonomías)" porque le convierte en un estado "marginal que tal y como está configurado no es viable política ni financieramente". La réplica gubernamental le llegó de quien parece ejercer ahora de sucesor de Zapatero, su vicepresidente primero. Alfredo Pérez Rubalcaba se limitó a decir que "hay declaraciones que descalifican mucho más a quien las hace que a quien van dirigidas, ¡y cuando las hace un ex presidente del Gobierno, ni le cuento!".
Rajoy Otras dos cosas destacaron del discurso de Aznar: la primera, el apoyo incondicional que dio a Rajoy tras la crisis provocada en el PP por la marcha de Cascos y, la segunda, su llamamiento a las bases del partido para lograr una mayoría absoluta en 2012 que permita "no sólo un cambio, sino que España salga adelante". "Rajoy necesita el apoyo de todos y el primero con el que cuenta es el mío", sentenció.
El expresidente del Gobierno, a quien en varias ocasiones se le ha acusado dentro del PP de ser muy crítico muy distante con Rajoy, le respaldó ayer de forma expresa: "Desde luego, el apoyo, probablemente el más modesto pero el más decidido con el que cuenta Mariano Rajoy, líder del PP, es el mío", decía Aznar. Pero también marcó discurso electoral al decir que la situación a la que el actual Gobierno ha abocado al país "no puede quedar sin sanción política".