pamplona. "Debemos tener constancia fehaciente de que los movimientos de ETA son irreversibles y no nos van a volver a engañar, y no tengo esa constancia", ha señalado el ministro en una entrevista de Catalunya Ràdio recogida por Europa Press.

Jauregui ha ceñido la legalización de Batasuna a que la banda terrorista ponga fin a la violencia de forma definitiva y constatable o a que su entorno político y humano "rompa con ella y la margine definitivamente", aunque se ha mostrado escéptico sobre que eso pueda suceder antes de las elecciones municipales de mayo.

"Salvo que ocurran más cambios de aquí a mayo, sobre el esquema actual del último comunicado no vislumbro la posibilidad de legalizar un partido de la izquierda abertzale", ha señalado.

Según el dirigente socialista, "la historia ha demostrado que desgraciaamente siempre ha sido ETA quien ha arrastrado a Batasuna, y no al revés", aunque ha reconocido que el movimiento de las bases de la izquierda abertzale indica que pueden estar cambiando las cosas.

Jauregui espera que la izquierda abertzale tome conciencia de que ETA "contamina su causa", pero no cree que la banda terrorista haya asumido ese mismo mensaje.

LA PELOTA, EN EL TEJADO DE BATASUNA Aunque "la pelota está en el tejado de Batasuna", la legalización de la formación abertzale "vendría bien" para conseguir la paz, asegura Jesús Eguiguren, que en su condición de presidente del PSE también defiende el reagrupamiento de los presos "en tres o cuatro cárceles" como requisito para "que esto fuera por buen camino". Sobre el regreso de la antigua Batasuna a las instituciones, el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer avances en la dirección de la izquierda abertzale histórica, aunque sin embargo matizó que "tiene que mejorar, tiene que hacer el esfuerzo máximo que es romper con ETA o convencerla de que lo deje del todo".

"Hay quien piensa, y es legítimo, que si Batasuna entra en las instituciones eso hará más irreversible el alto el fuego de ETA, pero yo no creo que esa sea la vía", apostilló, negando explícitamente las tesis de Eguiguren, quien en una entrevista en El Correo había animado a Batasuna a desmarcarse de la banda. Para escenificar ese distanciamiento, Eguiguren insta a la formación abertzale a emitir un comunicado que aclare "que luchará por sus objetivos sin recurrir a la violencia". En todo caso, matiza que la legalización de Batasuna no depende del Ejecutivo, sino de los tribunales". Aún así, ha animado al Gobierno a "explorar todas las posibilidades y no perder ninguna rendija para seguir adelante".

Para el presidente del PSE, la declaración de alto el fuego de "positiva globalmente". "El comunicado da un paso adelante y un paso atrás en lo que esperábamos, pero incrementa un poquito la esperanza de poder conseguir la paz". Sobre el alcance de la declaración, Eguiguren se mostró prudente porque el fin de la banda se enmarca en un "proceso". "Según vayan las cosas tendremos otro comunicado más adelante", auguró.

fin lejano Por su parte, Rubalcaba insistió en que se siente "más tranquilo" después del comunicado de la banda y ha añadido que "es mejor que si no lo hubiera hecho", pero ha puntualizado que eso no quiere decir que el alto fuego decretado "sea el fin de ETA". "¿Estamos más cerca del fin? Sí, pero falta mucho", manifestó en Cuatro, congratulándose de que "los empresarios saben que en principio, se ha acabado la extorsión, eso cambia la vida de la gente, que duda cabe de que es mejor", confesó.

No obstante, reiteró que "eso no es el fin de ETA", ni "lo que la democracia le pide a ETA para que todo esto termine". "ETA no tiene nada que tutelar, por eso he dicho que no, que no nos la van a dar con queso", subrayó.

El también ministro del Interior mostró su adhesión al ordenamiento jurídico: "Yo soy partidario de cumplir la legalidad, y el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Estrasburgo dijeron que Batasuna debería ser declarada ilegal porque era parte de ETA; es decir que para que vuelva a la legalidad tiene que acabar con esa causa originaria y hay dos formas, o que ETA lo deje del todo, que se acabe la violencia y en ese caso ya no habrá esa tacha de ilegalidad, o la otra opción es que Batasuna deje del todo a ETA".

En la misma línea, Pérez Rubalcaba abundó en que "es verdad que Batasuna ha mostrado su voluntad de distanciarse de ETA y condenar la violencia, pero no lo ha hecho contundentemente, de forma fehaciente, que es lo que los tribunales van a exigir".