Barcelona. Una vez asumido su cargo como president de la Generalitat, Artur Mas mantiene su posición de fuerza respecto al Estado español lanzando un aviso a navegantes: "Si España no se mueve hay riesgo de ruptura" con Catalunya porque el Estado no puede pretender que el diseño autonómico sea inamovible. En una entrevista publicada ayer por La Vanguardia, Mas defendió "virar la nave de la España autonómica hacia el derecho a decidir". Al mismo tiempo, explicó que su concepto de "plenitud nacional" pasa por la conciencia nacional catalana y por administrar los recursos propios.
Sobre su aspiración a conseguir del próximo Gobierno español un pacto fiscal similar al vasco, afirmó que, si no lo consigue, Catalunya deberá seguir su camino. Esta posibilidad no incluye necesariamente un referéndum de independencia, ya que, según él, podría dividir a la sociedad catalana. "Prefiero administrar un grado de tensión controlado con el Estado central que el ruido interior y la descohesión de la sociedad catalana", explicó.
Sin embargo, defendió que el Govern debe tener la competencia para celebrar consultas, incluida una sobre el pacto fiscal. El president abogó por organizar consultas sin que lo autorice el Estado, aunque no tengan el rango de referéndum. Reconoció, no obstante, que eso implica un cambio de la Ley de Consultas, reforma que tratará de impulsar este año. También aseguró no tener prisa para reunirse con Rodríguez Zapatero, porque el encuentro se debe preparar y no ser simplemente protocolario. Uno de los mensajes que le trasladará será que Catalunya no puede tener menos ingresos en 2011 que en 2010, aunque la comunidad invierta menos este año.