washington. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, abandonará la Casa Blanca a principios de febrero para convertirse en asesor político externo del presidente de EEUU, Barack Obama, y dirigir la campaña para su reelección en 2012.
El secretario de prensa y confidente cercano de Obama dijo que pretende entregar el mes próximo el podio desde el cual comunica a los medios de comunicación en la sala de prensa de la Casa Blanca la política del Gobierno estadounidense.
Gibbs comunicó ayer a los empleados de la Casa Blanca que prepara una nueva etapa profesional. De momento no se ha decidido su sustituto, aunque el nombre se anunciará antes de su marcha, según fuentes oficiales.
Entre los potenciales candidatos a reemplazarlo figuran Jay Carney, el portavoz del vicepresidente de EEUU, Joe Biden, además de Bill Burton y Josh Earnest, ambos portavoces adjuntos.
La salida de Gibbs, una de las caras más visibles del Gobierno de Obama, es el primer cambio de personal de una remodelación más amplia que se producirá en las próximas semanas en el ala oeste de la Casa Blanca.
Coincide, además, con un momento de cambio para el presidente Obama, con un Congreso dividido y con el país en ciernes ante el inicio de la precampaña electoral para las presidenciales de 2012.
john boehner En esta misma línea, el republicano John Boehner fue elegido ayer presidente de la Cámara de Representantes, en el arranque del nuevo periodo de sesiones, que cuenta con una menor representación demócrata en ambas cámaras del Congreso.
Boehner consiguió el respaldo de 241 legisladores, frente a los 173 que logró su principal rival, la demócrata Nancy Pelosi, que presidía hasta ahora la Cámara de Representantes. Los republicanos han hecho valer sus 242 escaños y que les dan una amplía ventaja ante los 193 representantes demócratas.
El primer día del Congreso número 112 de la historia de Estados Unidos confirma así la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas desde hace cuatro años. Los republicanos lograron también una mayor presencia en el Senado en las últimas elecciones legislativas, celebradas el pasado mes de noviembre.
La oposición republicana está así dispuesta a recortar varios programas internos y revocar la reforma sanitaria promovida por Barack Obama.