abiyán. El director de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, Alain le Roy, acusa a la Radiotelevisión Marfileña, controlada por los seguidores de Laurent Gbagbo, de "manipular" e "incitar al odio" a la población contra la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil.
Por su parte, el líder del grupo más violento de seguidores de Gbagbo, las Juventudes Patrióticas, Charles Blé Goudé, volvió a atacar a la ONU y amenazó con tomar a partir del 1 de enero el Hotel Golf de Abiyán, donde está la sede de Alassane Ouatara, reconocido como presidente del país por la comunidad internacional.
En declaraciones a los periodistas, Le Roy, que se encuentra en Abiyán desde hace tres días para apoyar a la ONUCI, culpó a la RTI de los incidentes, problemas y obstáculos para movilizarse que encuentran los cascos azules debido a la "propaganda" que difunde contra ellos. "Las declaraciones que escucho en la RTI obviamente me tienen consternado, porque incitan a la población a volverse contra la ONUCI, incitan al odio", agregó el responsable de los cascos azules, que Gbagbo, rechazado por la comunidad internacional, pretende que se vayan del país.
Pese a todo, Le Roy recalcó que la ONUCI, que ahora cuenta con unos 10.000 militares, se quedará en el país y se enfrentará a los problemas que tenga para cumplir con sus misión de proteger a los civiles y al Gobierno de Alassane Ouattara.
Tras numerosas proclamas contra la ONU y una orden de Gbagbo, considerada ilegítima por la organización, para que la ONUCI abandone Costa de Marfil, los cascos azules se han visto obstaculizados en sus patrullas por Abiyán.
El pasado martes, un convoy de tres de sus vehículos de la ONUCI con 22 cascos azules fue atacado por una turba de partidarios de Gbagbo en un barrio de Abiyán y uno de los soldados resultó herido por un machete y uno de los vehículos incendiado.
Blé Goudé, que desconvocó una manifestación de sus seguidores prevista ayer en Abiyán, que había generado una grave preocupación por la brutalidad de las Juventudes Patrióticas, acusadas de numerosas violaciones de los derechos humanos durante el inicio de la anterior guerra civil, volvió a arengar a sus seguidores contra Ouattara y la ONU.