barcelona. Ferrán Mascarell, exconseller de Cultura en el último gobierno de Pasqual Maragall, ha aceptado la oferta de Artur Mas, para asumir esa misma cartera en el nuevo Govern de CiU. Su entrada el nuevo Ejecutivo supone un golpe de efecto, puesto que Mascarell fue también concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Barcelona por el PSC y en los últimos meses se barajaba su nombre como posible candidato socialista a la Alcaldía de Barcelona.

Antes de la campaña electoral, Mas anunció su propósito de fichar a gente ajena a CiU, sin militancia política o incluso procedente de otros partidos, siempre que encajase en su eslogan del "gobierno de los mejores", una predisposición asimilable a la del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, que incorporó como ministros a algunas personalidades del espectro socialista francés.

El pasado viernes, Mas se citó en un hotel de Barcelona con Mascarell, a quien ofreció la consellería de Cultura, sabedor del progresivo distanciamiento entre el exconseller, adscrito al ala más catalanista del PSC, y la dirección de su partido. Mascarell, que había colaborado en los últimos años en actos de la Fundación CatDem, vinculada a CDC, comunicó su decisión ayer a la mañana a Mas, poco antes de que éste asistiese al acto de toma de posesión como presidente de la Generalitat.

respeto En respuesta a este nombramiento habló el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, quien expresó su respeto por la decisión del socialista Ferrán Mascarell de aceptar hacerse cargo de la consellería de Cultura de la Generalitat, aunque aseguró que el proyecto de CiU dista mucho del que defiende el PSC. "Se trata de una decisión personal y respetada, pero evidentemente el proyecto de Convergencia dista mucho de lo que es el proyecto del PSC", reiteró Zarrías, también secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE.