Uagadugu. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) busca el modo de cambiar el Gobierno en Costa de Marfil y forzar a Laurent Gbagbo a ceder la Jefatura del Estado a Alassane Ouattara, reconocido como presidente electo por la comunidad internacional.

El jefe de la Comisión de la CEDEAO, James Victor Gbeho, reiteró ayer en Ugadugu que el organismo "reconoce a Alassane Ouattara como presidente de Costa de Marfil y cree que Gbagbo perdió los comicios", según los resultados difundidos por la Comisión Electoral Independiente (CPI) tras las votaciones del pasado 28 de noviembre.

Gbeho hizo sus declaraciones al término de un encuentro con el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, que actuó como mediador para acabar con la guerra civil marfileña, de 2002 a 2007, y que mañana será investido de nuevo jefe del Estado de su país tras ganar los comicios del pasado 21 de noviembre.

Pese al fracaso, hasta ahora, de los numerosos llamamientos internacionales y amenazas de sanciones a Gbagbo para que deje la Presidencia, en la que se mantiene con el apoyo de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, la CEDEAO, dijo Gbeho, "está dispuesta a explorar cualquier otra vía" para un cambio de poderes.

Gbeho admitió la posibilidad de que la CEDEAO adopte sanciones contra Gbagbo, como ya han anunciado la Unión Europea, la ONU y Estados Unidos.

A principios de noviembre, la CEDEAO acordó suspender a Costa de Marfil hasta que Ouattara, al que reconoce como presidente electo, lo mismo que el resto de la comunidad internacional, se investido oficial y efectivamente como jefe del Estado.

Costa de Marfil se encuentra al borde de la guerra civil, con dos presidentes investidos y dos gobiernos, tras los comicios del pasado 28 de noviembre, que según los resultados de la Comisión Electoral Independiente (CEI) ganó Ouattara, con un 54% de votos, frente al 46% de Gbagbo. Gbagbo no aceptó ese resultado y el Consejo Constitucional, formado por sus seguidores, anuló el escrutinio en siete distritos donde tenía amplia mayoría Ouattara y le dio la victoria con un 51,5%, contra el 48,5% de su rival.