unai muñoz

bilbao. No todo el monte es orégano en la relación que mantienen EA y la izquierda abertzale tradicional. De puertas afuera, el partido de Pello Urizar y dirigentes de la antigua Batasuna como Rufi Etxeberria o Txelui Moreno han estrechado su colaboración hacia un nuevo escenario político. Pero esta apuesta estratégica no se libra de las tiranteces que se preveía que podían surgir entre dos sensibilidades de recorridos tan diferentes. Y ha sido Nafarroa Bai y el papel que está adoptando EA en su futuro electoral lo que ha generado las primeras críticas en el seno de la izquierda abertzale tradicional.

Según una circular interna a la que ha tenido acceso este periódico, los dirigentes de la izquierda ilegalizada no entienden la actitud del partido de Urizar, que, pese a compartir la hoja de ruta para el cambio en la Comunidad Foral, no da los pasos necesarios para finiquitar la actual configuración de Nafarroa Bai; una fórmula que, según indican a sus militantes, la propia dirección de EA entiende que está "agotada". "No quieren presentarse ante ciertos sectores como el partido que rompió la coalición que debía ser la alternativa a la derecha", subraya este movimiento en un documento interno, en el que tilda a sus socios de cobardes: "No es cuestión de voluntad, sino de falta de valentía política".

La izquierda ilegalizada puso hace un mes encima de la mesa a EA y Aralar una propuesta para compartir marca electoral en las elecciones navarras del año que viene siguiendo las bases del Acuerdo de Gernika, donde se pide a ETA el abandono definitivo de las armas. Pero ambas formaciones, por el momento, apuestan por NaBai; una reacción que la propia izquierda ilegalizada era consciente que se podía dar y así se lo explicó a sus bases. "El acuerdo estratégico entre EA y la izquierda abertzale supone un elemento distorsionador dentro de NaBai, sabiendo que EA no lo asume en su totalidad. ¿Por qué? Porque nadie sabe en qué situación se darán las elecciones, si la izquierda abertzale tendrá o no una marca legal, y porque fuera de NaBai hace frío", destacan.

en contra del cambio Este sector, que precisamente hoy debate en Pamplona la propuesta electoral Nafarroa XXI, contempla entre sus planes, tal como adelantó este periódico el pasado jueves, concurrir en coalición a las elecciones navarras, algo que, a día de hoy, parece poco factible. Un escenario que preocupa a los dirigentes de la antigua Batasuna. "El tiempo pasa y los márgenes se están estrechando para todos", remarcan sus dirigentes.

Una vez más, la antigua Batasuna ofrece su mano tendida a cualquier fuerza que esté dispuesta a trabajar conjuntamente en Navarra pero, eso sí, al margen de la composición actual de Nafarroa Bai; algo que también deja claro a EA: "NaBai no puede ser una fuerza en contra del cambio político, no al menos con nuestro beneplácito y el de EA".

Pero estas críticas no se dirigen sólo hacia su actual socio estratégico. Se extienden sobre toda NaBai.

"blindar la coalición El diagnóstico de la izquierda ilegalizada sobre la actitud de Aralar y el PNV dentro de Nafarroa Bai muestra una falta de sintonía evidente con estos partidos debida al poco entusiasmo que han mostrado ante su posible integración. A su juicio, Aralar plantea las elecciones como un "elemento de disputa" con la antigua Batasuna. Un objetivo que estaría detrás de la celeridad que los dirigentes de este movimiento observan en el partido de Zabaleta, al que ven demasiado preocupado en presentar la confección definitiva de la coalición navarra. "Quiere cerrar cuanto antes la formulación de NaBai para que no pueda entrar ningún nuevo agente", destacan. Mientras, al PNV lo sitúan como una marioneta de Patxi Zabaleta. "A pesar de ser una fuerza residual en Nafarroa, es utilizado por Aralar para presionar a EA. Sobra decir que el partido jeltzale se siente muy cómodo en NaBai", señalan.