BARCELONA. El presidente catalán en funciones, José Montilla, ha evitado hoy "buscar culpables allí donde no los hay" y ha eximido a José Luis Rodríguez Zapatero de cualquier responsabilidad por la derrota del PSC en las autonómicas, pese a los "desencuentros" vividos en negociaciones con el Gobierno.

Montilla ha matizado que "la negociación con el Gobierno central podría haber sido más fácil con la financiación de Cataluña o con el Estatut", y ha reconocido, en declaraciones a TV3 recogidas por Efe: "Hemos tenido desencuentros, serios algunos, pero no me quiero recrear en ellos".

El líder de los socialistas catalanes ha rehusado cargar a Zapatero con la culpa y ha dicho que "las causas hay que buscarlas a nivel internacional -la crisis- y en los errores propios" del Govern.

Por otro lado, el primer secretario del PSC ha negado que el resultado de las autonómicas pueda afectar a las municipales del próximo mes de mayo: "Cada elección tiene vida propia, se pueden ganar unas y perder otras al año siguiente y al revés", ha afirmado, y ha insistido en que "cada elección tiene una dinámica propia".

Ha admitido que existe "preocupación" entre los alcaldes socialistas después de que el mapa político catalán se haya teñido del color convergente, porque si no "serían unos irresponsables".

Montilla se ha autoproclamado "principal responsable" de que el PSC haya perdido 9 diputados en el Parlament, aunque ha añadido que "todo apuntaba a una tormenta perfecta: la crisis económica, la desafección, los errores propios, todo sumaba".

Montilla ha eludido elucubrar sobre quién podría ser su sucesor al frente del partido o contestar sobre si la actual ministra de Defensa, Carme Chacón, podría ser candidata, y lo ha dejado todo en manos del próximo congreso del PSC, en otoño del 2011.