DONOSTIA. Apenas dos días después de presentar las bases de su nuevo proyecto político en Pamplona y conocer las primeras reacciones políticas, la izquierda abertzale ilegalizada salió ayer al paso, a través del editorial semanal que cuelga en su web, para convencer a los escépticos que no creen en su palabra de que ésta es la definitiva. Es "fehaciente" -asegura en su artículo- "la decisión de no dar ni un paso atrás en la línea política adoptada, porque tan intolerable como ceder al chantaje de la represión, lo es dar la espalda al mandato de nuestra base social o modificar nuestros principios de intervención política en función de la coyuntura".

La izquierda abertzale, que en su último acto escenificó de forma solemne su "rechazo" a la violencia, subraya que "ha llegado el momento de poner en valor" su proyecto político y "de persuadir al conjunto de la sociedad de que el Estado vasco es factible y una alternativa real".

Asimismo, insiste en que ha establecido su línea política "con pleno convencimiento, sin subterfugios o medias tintas", y critica al Gobierno central, el PSOE y el PP por "seguir recitando, hasta la afonía, su "mantra" de los pasos insuficientes". "Si alguien debe romper con su pasado -concluye- son quienes niegan" a la izquierda abertzale, mediante la ilegalización "el principio democrático" de defender "en completa libertad" su opción política en las instituciones y manifestarse en las calles.

Los esfuerzos de la izquierda abertzale fueron en vano, al menos, para el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, quien coincidió con el lehendakari López al sostener tajante que la ilegalizada Batasuna no participará en las próximas elecciones si no "rompe" con ETA a no ser que ETA "rompa definitivamente con la violencia".

"sucesión fraudulenta" Mientras tanto, "todo lo que vayan haciendo es absolutamente insuficiente porque la Ley de Partidos no solamente prohibe los partidos vinculados al terrorismo, sino aquellos que fraudulentamente quieran suceder a los que anteriormente habían sido declarados ilegalizados", sentenció.

En esta línea, se pronunció también ayer el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, quien advirtió de que el hecho de que los estatutos de la nueva formación abertzale cumplan la Ley de Partidos "no es suficiente para alterar la estrategia que mantenemos".

Según precisó en Radio Euskadi, el anuncio de la izquierda abertzale "forma parte de la escenificación para avanzar hacia su legalización, quizás pretendiendo que la violencia termine, pero si ETA persiste, tenemos que tener la convicción de que la ruptura es irreversible. Yo no tengo esa certeza absoluta".

Más optimista, la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Rafaela Romero, dijo ver pasos "importantes" en la izquierda aber-tzale y no descartó que haya "pronunciamientos más contundentes" en próximos actos, aunque, matizó, éstos necesitan "del acompañamiento de ETA". En esta línea, la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, se mostró también receptiva y afirmó que la izquierda abertzale "apunta en la buena dirección, pero se echa en falta una llamada a ETA".

Precisamente, el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, insistió ayer en que lo que le "preocupa sinceramente" no es tanto la izquierda abertzale, sino "cuál es la posición que va a tener ETA como organización terrorista, si va a anunciar ya el cese definitivo (de la violencia) o no lo va a hacer".

El líder jeltzale volvió a expresar su deseo de que la izquierda abertzale pueda estar presente en las elecciones, y tras denunciar la aplicación "arbitraria" de la Ley de Partidos, señaló que la izquierda abertzale "sabe cuál es el camino que tiene que hacer". La preocupación es ETA, reiteró el burukide.

Por último, el sindicato ELA, firmante del Acuerdo de Gernika, consideró que ya "no hay razones" para mantener la ilegalización y lamentó que se exija a la izquierda abertzale unas condiciones que "en absoluto exigen ni han exigido a otras formaciones".