Vitoria. Legalización de las estructuras políticas de la izquierda abertzale, negociación, presos e independencia. Ése es el calendario dibujado por ETA en 2004 con la puesta vista en 2012 que, según declaró ayer uno de los policías franceses que testificó en el juicio que se sigue en París contra los ex dirigentes de esta organización Mikel Albisu, Antza, y Soledad Iparragirre, Anboto, se encontró durante el registro de su casa que siguió a su detención en Salies de Béarn.

El Tribunal de lo Criminal de París, que juzga a la pareja y a otros ocho presuntos miembros de la organización armada inculpados en este proceso, escuchó ayer el testimonio del comisario Dmitri Zoulas, que relató la existencia de ese calendario entre los documentos que se hallaron en la casa y cuyo relato centró la sesión de ayer por mucho que la defensa tratara de evitar la declaración de este gendarme por cuestiones formales que hicieron que la audiencia comenzara con un considerable retraso.

Según aseguró Zoulas, la impresión que tuvieron los miembros de la Subdirección Antiterrorista a la vista de la cantidad y la calidad de la documentación incautada en el baserri que ocupaban Antza y Anboto, era "haber penetrado, si no en el cerebro de ETA, sí en el centro neurálgico de la organización".

Para ilustrarlo indicó que había notas del propio Albisu, "jefe del aparato político" de la banda, como subrayó, tomadas de contactos mantenidos con responsables de Batasuna, así como actas de comités ejecutivos de ETA en las que participaba Antza y que ofrecían muchos detalles del funcionamiento interno de la banda.

la cita de perpiñan Zoulas se refirió también a otro documento que encontraron, relativo al encuentro que mantuvieron en 2004 en Perpignan el propio Antza y el también dirigente de ETA Josu Ternera con el entonces número dos del Gobierno catalán, y dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya, Josep Lluís Carod Rovira que, según afirmó, habría tenido como objeto la declaración de una tregua en Cataluña.

El oficial francés se refirió también a un correo interno de Gezi -la estructura encargada de las operaciones de extorsión de ETA para el cobro del impuesto revolucionario- que habría salido de Salies de Béarn en un momento en el que Anboto era considerada la "jefa de la tesorería" de ETA. Sobre esta cuestión, añadió que según las propias anotaciones contables de ETA, el 95% de sus fondos (que a modo de ejemplo en 2002 rondaban los dos millones de euros y en 2004 la mitad) procede de este sistema de extorsión.