vitoria. Tiempos difíciles para Nafarroa Bai. La conversión de esta coalición en un agente que puede resultar determinante para impulsar un cambio en el Gobierno de Navarra la ha convertido en objetivo de sus adversarios electorales, comenzando por UPN y terminando en la propia Batasuna. Así lo cree al menos el parlamentario de NaBai y coordinador de Aralar en Navarra, Txentxo Jiménez, que ayer alertó en Onda Vasca de las aviesas intenciones que intuye tras los últimos movimientos de la formación ilegalizada en torno a este proyecto.

dos cabos para un mismo nudo Uno de ellos es la oferta que este mundo presentó a su formación y a EA para conformar una alianza electoral que superara NaBai. Ambas formaciones han rechazado ya esta invitación envenenada reiterando -como ayer volvió a hacer el líder de Aralar, Patxi Zabaleta- que la única estrategia que posibilitaría esta suma sería la aceptación por parte de Batasuna de los principios fundacionales de la propia NaBai, que pasan entre otras cosas por la condena clara de toda violencia. Por eso, conocida la firmeza de sus exigencias, Jiménez aseguró ayer que este mundo pretende "sin duda" romper la coalición para "ponerse a la cabeza de no se sabe qué" y reiteró que ve "poco recorrido" a una hipotética suma con la formación ilegalizada.

El otro elemento que ha distorsionado el presente y el futuro de la coalición es el uso que se está haciendo del Acuerdo de Gernika por algunos de sus firmantes. Aralar no ha participado en los dos actos de "socialización" de este acuerdo que se han llevado a cabo en Vitoria y Pamplona porque, como ayer explicó Jiménez, Batasuna y EA llevan semanas utilizando este acuerdo en el "juego electoral" cuando, según subrayó, no debe dejar de ser un instrumento a favor de la "paz y la normalización" del País Vasco que se desarrolle a salvo de "movimientos de apropiaciones o de intereses de partido".

Desde la Comunidad Autónoma Vasca, Aintzane Ezenarro compartió los planteamientos de Jiménez para advertir a quienes piensen en convertir el Acuerdo de Gernika en una plataforma electoral -sea en Navarra o en la CAV- de que no tendrán su apoyo ya que sería "devaluar" un texto lleno de potencial, pero que siempre será únicamente "una hoja de ruta para la paz". Sin embargo, todas las aclaraciones con las que Aralar quiso corregir las distorsiones introducidas sobre el futuro de NaBai no aplacaron el embate de sus adversarios.

El más duro lo protagonizó el presidente navarro, Miguel Sanz, quien tiró del mensaje del miedo para tratar de laminar a la formación que cuenta con más posibilidades de dejarle fuera del palacio foral. "Batasuna quiere integrar miembros independientes en NaBai" y eso es "francamente peligroso", aseguró, para luego añadir: "ojalá que no ocurra, pero hay que tener ciertos temores".

Sanz tachó de "esperpento" el debate creado en torno a la hipotética entrada de Batasuna en la Nafarroa Bai y, para terminar, no dudó en afirmar que es una plataforma en la que "se revuelven diferentes ideologías" solo para conseguir que "Navarra deje de ser Navarra".