vitoria. Mientras a nivel de Estado la supuesta vinculación entre Venezuela y ETA prosigue erigiéndose en uno de los principales elementos de desgaste esgrimidos por el PP contra Zapatero, la CAV volvió a convertirse ayer en el escenario de la balsa de aceite en la que se han convertido las relaciones entre populares y socialistas. Los socios preferentes volvieron a sumar votos en el Parlamento de Vitoria para posibilitar la aprobación de una propuesta que, de otra forma, no hubiera prosperado. A pesar de que la exigencia de máxima colaboración a Venezuela haya servido a Rajoy para poner en duda la determinación de Moncloa, el PSE no dudó en respaldar la proposición no de ley presentada por el PP para exigir al país la máxima colaboración política y judicial contra ETA.
La iniciativa se recoge en una enmienda -acordada con el PSE- a la propuesta popular, que ha sido finalmente avalada por UPyD, y que ha contado con la abstención del PNV y el sufragio negativo de Aralar, EA y EB. Además de reclamar colaboración, la entente respaldó los esfuerzos del Ejecutivo español para evitar que la organización armada pueda encontrar "refugio o base logística para sus actividades criminales en cualquier lugar del mundo".
Carmelo Barrio, encargado de defender la propuesta, por su parte, acusó al país de haberse convertido en un "nuevo santuario para los terroristas". "Su Gobierno da amparo y prepara a los miembros de ETA. Es un Estado de Derecho igual que lo era el de Franco", insistió.
José Antonio Pastor (PSE) -en la única oposición ante el PP que los socialistas se concedieron a sí mismos-, destacó que Venezuela ha expresado su condena y su voluntad de colaborar, y subrayó que "eso es lo sustancial, con independencia de que Chávez pueda expresarse en un lenguaje más o menos pintoresco", dijo.
Por parte del PNV, Iñigo Iturrate opinó que "si ha habido excesos por parte del Gobierno de Venezuela, tanto o más los ha habido por parte del PP", y pidió "mayor fortuna y dedicación" a la diplomacia en el caso del Sahara.