rangún. La Junta Militar de Birmania (Myanmar) firmó ayer la orden de puesta en libertad de la líder opositora Aung San Suu Kyi, cuya pena de 18 meses de arresto domiciliario vencía hoy.

Fuentes de la formación de Suu Kyi, la Liga Nacional por la Democracia (LND), señalaron que la Nobel de la Paz, que ha vivido bajo arresto domiciliario durante 15 de los últimos 21 años, sería trasladada a lo largo del día de ayer a la antigua sede del partido en Rangún, donde a partir del mediodía empezaron a concentrarse decenas de personas.

A las cuatro de la tarde, varios cientos de seguidores de la Dama, como es conocida popularmente por sus partidarios, aguardaban en la calle y en la sede abarrotada, pero unas horas después comenzaron a abandonar el lugar sin que la activista apareciera. "Suu Kyi se ha reunido con varios embajadores, entre ellos el de Estados Unidos", indicó un destacado miembro del partido opositor disuelto hace unos meses al incumplir la normativa electoral que obligaba a todas formaciones a registrarse para a las elecciones celebradas el pasado 7 de noviembre.

La mayoría de los partidarios vestían camisetas impresas con el lema: "We stand with Aung San Suu Kyi (Estamos con Aung San Suu Kyi)", en las que no aparecían las siglas LND porque la ley prohíbe publicitar partidos que no estén registrados.

Otros seguidores portaban fotos de su ídolo quien, a pesar de la apariencia frágil, ha demostrado una entereza y un carisma incomparables en los últimos veinte años, que la han convertido en el símbolo de la democracia en Birmania.

Fuentes de la LND indicaron a los congregados que Suu Kyi, de 65 años, tenía previsto acudir a la antigua sede de la formación a primera hora de hoy. Al mismo tiempo que la LND preparaba un gran recibimiento, la Policía reforzaba la seguridad en los dos controles montados en los accesos al domicilio de la Nobel de la Paz.

También se situaron frente a la antigua sede de la LND varias decenas de agentes de paisano provistos de radioteléfonos y cámaras de vídeo con las que grababan a los congregados e identificaban a las personas de rasgos occidentales en una aparente cacería de periodistas con aspecto de turista. Los cuerpos de seguridad emplazaron cerca de la sede del partido a unos 300 policías antidisturbios llegados en 13 camiones hasta la calle West Shwegonding, donde se formó un gran atasco. Muchos curiosos y simpatizantes optaron por situarse en puntos alejados de las fuerzas de seguridad, pero desde los que podían observar la anunciada llegada de la Dama.

La puesta en libertad de Suu Kyi no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades, que niegan la entrada a los periodistas extranjeros en Birmania, gobernada por un régimen militar desde 1962.