VITORIA. Queda un único paso para que el consenso en el Parlamento Vasco sobre las víctimas del terrorismo sea absoluto, pero no por ser el último es menos difícil de dar. Así lo han demostrado esta misma semana las ausencias de EA y Aralar en el Día de la Memoria por la exclusión del mismo de las víctimas de la violencia de motivación política.

Ayer la Cámara volvió a vivir un nuevo episodio de desencuentro, esta vez en torno al informe sobre estos muertos y heridos por los aparatos del Estado que, según el consejero de Interior Rodolfo Ares, verá la luz "en las próximas semanas", cuando la directora de Atención a las Víctimas, Maixabel Lasa, complete una "discreta" ronda con los partidos del Legislativo para presentárselo en privado.

Juanjo Agirrezabala, portavoz de EA, preguntó a Ares durante el Pleno de control sobre un informe que ha de establecer medidas de reparación para estas personas y que debía estar concluido para julio.

Agirrezabala denunció la "doble vara de medir" del Ejecutivo vasco con respecto a las víctimas de la violencia política, y calificó de "excusa" la búsqueda del consenso que, según Interior, ha motivado el retraso. "Han celebrado el Día de la Memoria sólo con el acuerdo de tres partidos -PP, PSE y PNV-, por lo que tras el incumplimiento se esconde el desinterés por convertir a las víctimas de la violencia de motivación política en víctimas del terrorismo", denunció el portavoz de EA. El parlamentario reivindicó que "asesinar a un chaval en un cuartelillo o a una pareja en un control también es terrorismo", y por ello pidió que en un momento en el que "Euskal Herria está dando pasos decisivos hacia la paz y la normalización reconozcamos el sufrimiento que muchas familias de este país, de todo color político, han padecido". El portavoz abertzale reclamó a Rodolfo Ares que reconozca que "las fuerzas de seguridad han practicado el terrorismo en el pasado".

Ares, por su parte, aseguró que Interior trabaja en la elaboración del informe sobre estas víctimas y que Maixabel Lasa comparecerá en la Comisión de Derechos Humanos para presentarlo "en las próximas semanas". Según el consejero de Interior, si ha habido retrasos es porque se quiere elaborar un informe "riguroso, sin hacer equiparaciones y adoptando todas las medidas que acuerde este Parlamento".

La exigencia de EA de presentar el informe sin más retrasos supone para el Gobierno un intento de evitar la unidad política ante las víctimas del terrorismo que no se pudo escenificar en el Día de la Memoria. "El problema es que ustedes, junto con algún otro grupo, buscaron excusas para no estar, porque en el fondo les interesa más seguir alimentando la polémica y seguir buscando réditos en una parte de la sociedad vasca que sumarse y buscar consensos y acuerdos", afirmó Ares.

El consejero de Interior aseguró buscar "el máximo consenso social y político" a la hora de redactar un informe que difícilmente contentará a todo el mundo pues, aunque la Cámara lo reclamó por unanimidad en diciembre, hace apenas dos años PP y PSE afirmaban que el estudio preliminar elaborado por el anterior Ejecutivo atentaba contra la dignidad de las víctimas de ETA y contra las fuerzas de seguridad. Aquel texto cifraba en 108 los muertos a manos de elementos policiales o parapoliciales y en más de 500 los heridos en estas mismas circunstancias.

El texto que prepara ahora la Dirección de Atención a las Víctimas establecerá fórmulas de reparación para todas estas personas, aunque no se prevé que detalle sus identidades. Quedan aún dudas, por otra parte, sobre dónde situar las fechas límite en las que dar por zanjadas de estas violaciones de los Derechos Humanos.