BARCELONA. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha lamentado este jueves que sea "objeto de censura" que el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, haya dialogado con el entorno de la izquierda abertzale.
"No merecería políticamente ningún reproche. Aquél es un espacio muy pequeño. Allí --en el País Vasco-- nos conocemos todos. Este tipo de encuentros y esa necesidad de saber forma parte de la lógica de la cosas", ha manifestado en declaraciones a TV3 recogidas por Europa Press.
El ministro ha insistido en que el Gobierno no comparte el mismo optimismo que Eguiguren sobre el final de ETA, y ha precisado que la banda terrorista no va a desaparecer enviando un "comunicado" en el que se comprometa con el final de la violencia.
Para Jáuregui, la situación es más compleja ya que, más allá de los pasos que dé la banda para certificar el abandono de las armas, existe una izquierda abertzale que debe "romper de manera definitiva e irreversible" con la violencia.
Sobre las polémicas declaraciones del ex presidente Felipe González en las que admitió haber tenido la posibilidad de hacer "volar" la cúpula etarra, Jáuregui ha defendido que, "más allá de sus dudas", el ex mandatario siempre optó por respetar la ley.
Jáuregui ha recalcado que las palabras de González representan un "desahogo psicológico" del ex presidente que no tendría que derivar en una confrontación entre partidos por unos hechos que tienen más de 25 años.
MORATINOS EN ARGELIA
Jáuregui ha justificado la presencia en Argelia del ex ministro Miguel Angel Moratinos en plena crisis entre Marruecos y el Sáhara porque es una persona de "enorme confianza" para el Gobierno.
Ha descartado que esta misión represente una desautorización de la nueva ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, y ha justificado que Moratinos se encontraba en la zona por "otras cuestiones" que no tenían que ver con el Sáhara.
Jáuregui ha manifestado que es "extraordinariamente importante" que España y Marruecos tengan unas relaciones diplomáticas afines, sin olvidar que España debe mantener también una actitud de responsabilidad y simpatía con el pueblo saharaui.