vitoria. Más de tres horas de infructuosas conversaciones zanjaron ayer el último intento por sumar a todas las fuerzas parlamentarias al Día de la Memoria y confirmaron la falta de unidad que existirá mañana en la primera celebración de este acto en recuerdo de las víctimas del terrorismo.

Aunque en algún momento de la prolongada Junta de Portavoces pareció atisbarse una débil luz conciliadora, finalmente Aralar y EA no participarán en este acto que se repetirá en el Gobierno Vasco, el Legislativo, los ayuntamientos y las diputaciones. En todas estas instituciones se leerá un texto -en el caso del Parlamento será una declaración de la Presidencia al carecer del respaldo unánime que requiere un mensaje institucional- consensuado por PSE, PNV y PP que, a raíz del acuerdo refrendado ayer, incluirá de forma expresa, además de a las víctimas de ETA, a los damnificados por el GAL y el Batallón Vasco Español. Éste es el único cambio sobre el texto inicial, ya que no se mencionarán, al menos explícitamente, las víctimas de vulneraciones de derechos por parte del Estado, como exigían Aralar y EA.

El resultado deja en agua de borrajas las diferentes tentativas que se sucedieron durante la extensa reunión cargada de contenido. Conocida la negativa de PSE y PP a incluir a las "otras víctimas" en el mensaje institucional, los esfuerzos se centraron en sondear una vía intermedia que sumará el plácet de los presentes. Así, fuentes conocedoras de la reunión aseguraron a este periódico que el parlamentario socialista Jesús Loza planteó la posibilidad de incluir un párrafo en el que se aclarase que la declaración del primer Día de la Memoria se materializaba "sin perjuicio de un reconocimiento futuro de otros sufrimientos igualmente generados por vulneraciones de derechos humanos en el marco de la violencia acaecida en Euskadi en las últimas décadas y desatendida hasta la fecha".

El camino comenzaba a desbrozarse pero Aralar y EA demandaron que ese "futuro" inconcreto se convirtiera en "2011" para repetir la representación unánime del Parlamento que sí se produjo a la hora de aprobar la Ley de Víctimas, la norma que ha servido de base a la hora de confeccionar el mensaje que los dirigentes políticos trasladarán mañana a los ciudadanos.

Pero la respuesta a esta contrapropuesta no llegó nunca. PP y UPyD mostraron su rechazo tanto a la iniciativa planteada por Loza como, lógicamente, a los matices que querían incluir las formaciones lideradas por Aintzane Ezenarro y Juanjo Agirrezabala en la Cámara vasca, al entender que los destinatarios del apoyo institucional ya están recogidos en el texto que hoy protagonizará el Día de la Memoria. En este sentido, la popular Laura Garrido recordó que el punto quinto de la declaración hace referencia a "todas las víctimas del terrorismo sin excepción".

Así las cosas, PNV, PSE, PP, EB y UPyD se sumarán a la celebración cuya declaración de siete puntos comenzará defendiendo que los vascos tienen "derecho a convivir en paz y libertad sin la amenaza del totalitarismo de la violencia y de la exclusión". Además, se hace hincapié en al figura de la víctima para convertir su memoria en "referente de un futuro en paz".