vitoria. La doctrina del silencio impuesta por Rubalcaba ha sido decretada para sofocar la cascada de valoraciones que se veían obligados a hacer los representantes socialistas cada vez que tenían un micrófono delante dada la expectación creada por el futuro de la presencia de la antigua Batasuna en las próximas elecciones y el proceso de fin de ETA.

Sin embargo, dos elementos están llamados a ponerla de nuevo a prueba: el aniversario esta semana de la Declaración de Alsasua que hizo público el actual proceso de reflexión por el que este mundo busca una apuesta alejada de la violencia, y una nueva visita de Brian Currin, que volverá a Euskadi para explicar el papel que está llamado a jugar el grupo de mediadores una vez se cree un nuevo tiempo.

Precisamente la coincidencia de estos dos factores ha llevado a muchos de los agentes conocedores de lo que pasa en la cocina a pensar que es inminente la publicación de un nuevo comunicado de ETA en el que abra la puerta a un nuevo tiempo confirmando que asume los principios que le exigieron los mediadores en la Declaración de Bruselas y los partidos abertzales en la de Gernika, anunciando el carácter "permanente" de su alto el fuego, y/o la "verificabilidad" del mismo.