vitoria. La transferencia de las políticas activas de empleo permitirá poner en marcha el nuevo servicio vasco de empleo, Lanbide, a partir del próximo 1 de enero, lo que elevará en un 59,9% el presupuesto del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales que dirige Gemma Zabaleta. La consejera, la gran perjudicada por el retraso de un año en la transferencia a Euskadi de las herramientas para combatir el desempleo, se convierte ahora en la titular del tercer departamento con más peso del Ejecutivo de Patxi López, sólo por detrás de los dos grandes aparatos de toda administración, Educación y Sanidad.

El año pasado, Empleo y Asuntos Sociales fue la quinta cartera con más dotación económica, por detrás de Sanidad, Educación, Interior, y Vivienda y Transportes.

Zabaleta contará con un presupuesto de 997,9 millones de euros, frente a los 624 millones del año pasado. De esos casi mil millones de euros de que dispone la consejería, la mayor parte de ellos, 785, se destinarán a la puesta en marcha de Lanbide. El nuevo Servicio Vasco de Empleo invertirá 325 millones de euros en la gestión y pago de la renta de garantía de ingresos y de la prestación complementaria de vivienda, mientras que otros 225 millones se emplearán en la aplicación de políticas activas de empleo.

Otros 150 millones de euros se utilizarán para pagar las bonificaciones a los empresarios en sus pagos a la Seguridad Social por emplear a mujeres o personas discapacitadas, la materia que exigía el PNV para admitir la transferencia y que a la postre retrasó un año la llegada de la competencia.

La importante inyección económica que va a recibir Zabaleta permitirá al Gobierno Vasco desarrollar con desahogo una política específica de estímulo al empleo, hasta el punto de que dispondrá de más de 200 euros por cada ciudadano vasco, activo o no.

Lanbide se convierte así en el buque insignia de Empleo y Asuntos Sociales, como Osakidetza lo es de Sanidad, pues frente a los 785 millones destinados a este servicio, el resto de materias que cuelgan de este departamento manejan cantidades muy inferiores.

En cuanto a los 225 millones dedicados específicamente a las políticas activas de empleo, 74 se destinarán al fomento del empleo, 62 a la inserción laboral y 89 millones a formación. Según explicó ayer Zabaleta en su comparecencia parlamentaria para dar cuenta de su presupuesto para el año 2011, el Inem gastó el año pasado 117 millones de euros en programas y ayudas para Euskadi, con lo que "se duplica el esfuerzo en un reflejo claro de lo que en esta nueva etapa va a significar la apuesta por la formación".